En una entrevista de trabajo
se pueden cometer varios errores como ser impuntual, desconocer a la empresa o
excederse en información. Los candidatos, en general, desconocen cuál de todas
esas malas conductas pesa más al momento de decidir si la persona continua o no
en el proceso de reclutamiento, advierten especialistas.
Si te preguntaran ¿cuál de
los siguientes aspectos es imperdonable para el entrevistador?... ¿qué
elegirías?
1. Mala apariencia física.
2. Poner énfasis en el
salario.
3. Fallar en mirar al
reclutador mientras entrevista.
4. No hacer preguntas cuando
lo solicitan.
5. Llegar tarde al
encuentro.
La respuesta es la número cuatro. De acuerdo con una encuesta aplicada a 150 reclutadores en Estados Unidos, por el autor del libro 301 Best Questions To Ask on Your Interview (Las 301 mejores preguntas que hacer en tu entrevista), John Kador, las personas que no preguntan generan desconfianza.
Es cierto que no sólo las preguntas efectivas garantizan un trabajo, pero sí marcan la diferencia entre uno y otro candidato, porque denotan interés y preparación por parte del empleado, señala la psicóloga con experiencia en reclutamiento laboral, Elsa Noriega.
"Aunque el trabajo sea escaso, sorprende ver que la gente descuida sus entrevistas y cuando le dices la famosa frase: ¿tiene alguna pregunta?, contestan: ‘ninguna, todo está claro, las dudas surgen al estar en el puesto'. O, peor, preguntan cuál es el giro de la compañía o sobre horarios y salarios", ejemplifica Noriega.
La psicóloga relata que en algunos casos las personas garantizan experiencia en la industria y conocimiento del puesto, pero desaprovechan su oportunidad de brillar con cuestionamientos ‘triviales', como ¿cuál es el sueldo estimado para la vacante?
Lo que ayuda a destacar es
enfocarse en preguntas que resalten habilidades, demuestren comprensión de los
retos del empleador, responsabilidad, confianza y proactividad, cita Andrew
Sobel, autor del libro Power Questions: Build Relationships, Win New Business,
Influence Others (Preguntas poderosas: Construir relaciones, Ganar nuevos
negocios e Influir en otros).
"Las preguntas bien trabajadas son la mejor forma de evidenciar conocimiento de la organización y que tu presencia ayudará a cumplir una necesidad", afirma Elsa Noriega.
Estos cinco cuestionamientos
permiten obtener más datos sobre las expectativas que se tienen del candidato y
la cultura en ese lugar de trabajo, de acuerdo con la psicóloga laboral y la
obra de Sobel.
Toma nota:
1. ¿Cuáles son los retos
inmediatos de este puesto, qué es lo más importante a cubrir en los primeros
tres meses de trabajo?
¿Qué conseguirás? La
respuesta te dará un panorama de cuáles son las prioridades y urgencias a
resolver en las primeras semanas laborales. También puede ser un termómetro
para medir el ambiente y la forma de organización que prevalece en la empresa,
por ejemplo, si acostumbran los ‘bomberazos' o cuentan con un programa de
trabajo estructurado, y cuál es la relación entre diversas áreas.
2. Por la información que conozco de ustedes, sé que tienen en mente cambios (citar un ejemplo). Pregunta: ¿cuáles son las tareas o proyectos con potencial de crecimiento y áreas de oportunidad?
¿Qué conseguirás? En el afán
de mostrar interés por los planes del negocio, piensa en una sugerencia o
solución que puede adoptar el grupo y represente un valor agregado de tu parte.
Lo importante es demostrar que sabes de lo que hablas, pero cuidado en revelar
información confidencial o una estrategia completa, ¡aún no estás contratado!
3. Sé que este puesto representa un crecimiento en mi carrera. Pregunta: ¿cuál es el aspecto más gratificante de trabajar aquí?
¿Qué conseguirás? Este
planteamiento podría sonar ‘intrusivo', pero ayuda a obtener información sobre
el clima laboral, la forma en que concilian el equilibrio trabajo- familia (si
es que lo hacen), las compensaciones que se dan a los empleados, entre otros
datos. Noriega explica que las empresas "disfrutan" hablar sobre sí
mismas y el trabajo que realizan, por eso, preguntas de este tipo permiten un
"flash" de cómo será la vida laboral en esa oficina.
4. ¿Quisiera saber sobre sus planes de carrera, manejan este tema con sus empleados?
¿Qué conseguirás? Los datos
que el reclutador revele te ayudarán a visualizar tu futuro en ese trabajo, al
ser contratado. A nadie le gusta la idea de quedar atrapado (a) en un puesto
por años, sin posibilidad de avance. En la entrevista tienes minutos ‘valiosos'
para identificar si es un lugar con políticas de crecimiento profesional.
No tengas miedo de ‘soltar'
conceptos, como ¿dan alguna capacitación?, ¿apoyan al empleado que desea
estudiar?, ¿se puede proponer entrenamientos? Esto genera una imagen de
proactividad de tu parte. "Muchas personas se quejan de nunca recibir
entrenamiento, pero eso es algo que puede detectarse desde el primer
acercamiento con el reclutador, no debería ser una sorpresa más adelante",
expresa Noriega.
5. ¿De qué manera se evalúa el desempeño de los empleados?
¿Qué conseguirás? Esta pregunta
no se reduce a entender ¿por qué me premiarán o descalificarán como empleado?,
tiene otro ‘trasfondo', y eso es conocer cuáles criterios utiliza la
organización, por ejemplo, para un esquema de compensaciones y desarrollo
profesional.
También ayuda a identificar
qué parte de esa calificación dependerá sólo de ti y cuánto de tu labor con
otras áreas. Actualmente, algunas empresas promueven el concepto de
"empleados de alto rendimiento", que consiste en dar un rendimiento
superior en tus funciones. Averigua ese tipo de aspectos: ¿cómo califica esa
organización el máximo potencial?, ¿qué papel jugará en tu evaluación el que
seas proactivo para promover sus valores?
Sobel señala que no es
necesario esperar al final de la entrevista para ‘lanzar' estas preguntas.
Estos indicadores se pueden comentar a lo largo de la charla, en especial si
están relacionados con alguna información que exponga el reclutador.