“¿Cuál es su mayor
debilidad?” es una pregunta comúnmente formulada durante una entrevista
laboral. Tómelo como una oportunidad para hablar sobre cómo ha lidiado con esa
flaqueza y converse sobre aquellas debilidades que convirtió en fortalezas en
los últimos años.
Usted está sentado frente al
reclutador, las cosas marchan bien durante la entrevista, habla acerca de sus
atributos, habilidades y fortalezas, de pronto su interlocutor le lanza la
temida pregunta: ¿Cuál es su mayor debilidad?
Aunque parezca una pregunta
inocente, tiene el potencial de exponer rápidamente un gran defecto. Los
directores de recursos humanos están buscando ejemplos de cómo una persona se
enfrenta a los obstáculos del pasado, cómo lidia con el fracaso y qué pasos ha
dado para solucionarlo.
Las entrevistas de trabajo
sirven para desechar a los malos candidatos, pero también para encontrar al
postulante ideal. Las preguntas complicadas o comprometedoras son decisivas,
sepa cómo afrontarlas siguiendo los siguientes tips recomendados por Forbes:
Conozca sus debilidades
Para conversar sobre sus
debilidades en una entrevista de trabajo, en primera línea -por supuesto-, debe
conocer a cabalidad cuáles son. Si no está seguro sobre cuál es su mayor
debilidad, es bastante probable que no tenga en claro cuáles son sus puntos
fuertes. De ser así, realice una suerte de auto-evaluación. Conozca su
personalidad y su valor en la oficina no será cuestionado.
Sea honesto, pero no
mencione las debilidades esenciales
La mejor respuesta a esa
incómoda pregunta radica en una respuesta sincera. Es poco probable que sea
contratado por aquello que no sabe hacer. Sea honesto al mencionar sus
debilidades pero no hable sobre aquellas que puedan arruinar sus posibilidades
de conseguir ese puesto de trabajo. Por esta razón, investigue qué perfil se
está buscando e intente encajar en él.
Hable acerca de cómo ha
lidiado con esa debilidad
Esté preparado para
compartir un ejemplo respecto a un fracaso anterior, o para hablar sobre una
debilidad que se ha convertido en una fortaleza. Por ejemplo, si anteriormente
una de sus debilidades estaba relacionada con la impuntualidad, puede comentar
cómo cambio esa actitud a raíz de una conversación que sostuvo con su anterior
jefe, quien le hizo comprender cómo afecta la puntualidad a su marca personal.
No converse sobre debilidades en las que aún está trabajando para mejorar.
No prepare una respuesta
exacta
Por supuesto, usted quiere
estar preparado y deseará saber cómo responder preguntas complicadas. Antes de
asistir a una entrevista, piense en sus puntos débiles, pero no ensaye una
respuesta. Caso contrario, será vista como una persona poco auténtica.
Solo discuta debilidades
relacionadas con el trabajo
El reclutador espera que el
entrevistado hable sobre sus debilidades en el lugar de trabajo y cómo las ha
superado. Por esta razón, no cuente cuáles son sus debilidades personales. Se
considera inadecuado trasladar los problemas personales al mundo de los
negocios. La empresa no contratará a alguien con dificultades para separar
ambos aspectos.
No diga que es un
perfeccionista o trabaja demasiado duro
Respuestas comunes como:
“Soy un perfeccionista” o “trabajo tan duro que no descanso”, contrariamente a
lo que usted pueda considerar, no lo beneficiará en absoluto.
Use la pregunta en torno a
su mayor debilidad como una oportunidad para compartir la forma en que ha
superado un reto profesional y cómo ahora está mejor debido a él.
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