jueves, 10 de octubre de 2013
Pronóstico de ventas. Gestión de imagen 2.6
El fenómeno socioeconómico
Aceleración del cambio y
expansión comunicacional
El auge de las
intervenciones sobre la “imagen corporativa” es resultado de factores
condicionantes provenientes de la sociedad en su conjunto, entre los que
podemos señalar como estructurantes del proceso de evolución de lo
comunicacional, el desplazamiento de los centros estratégicos de desarrollo y
control de esas sociedades desde la esfera de la producción hacia la de
distribución y el cambio. Este hecho se refleja en el lenguaje
“industrialización de la distribución” “consumo industrializado” que aluden a
modelos de distribución y consumo cualitativamente distintos a los de estadios
anteriores.
A medida que el mercado de
masas potencia los mecanismos de distribución, cambio y consumo consolida su
modelo que termina imperando en toda la red del aparato económico.
Al mismo tiempo se aceleran
los ritmos y aumentan los caudales de circulación requiriendo fluidización de
circuitos, específicamente comunicacionales.
Los modelos de relación de
intercambio anteriores pierden vigencia pues el quantum comunicacional que
deben absorber se ha alterado y requiere redes y procesos distintos. Mayor
competencia, saturación informativa, permanente innovación en las matrices de consumo
que marcan un aumento de los ritmos de modificación del receptor, la
proliferación de entidades que deben hacerse oír socialmente exigen un cambio
cualitativo de los modelos de comunicación. Un distinto tipo de presencia de
los emisores sociales que tienen que hacerse leer, entender, diferenciar,
registrar en condiciones diferentes a las conocidas anteriormente. Es necesario
no sólo cambiar las técnicas de comunicación sino también los modos y procesos
de identificación.
La comunicación social y sus
medios pasan de área táctica complementaria de la producción a campo
estratégico de desarrollo: no basta con que los valores existan sino que es
esencial que sean detectados por el emisor social y hacerlos inmediatamente
visibles para la audiencia.
La comunicación social que
se interpretaba referida a planos extraeconómicos (político, cultural etc.) se
asume hoy como mecanismo específicamente económico, el paisaje fabril es
sustituido por el paisaje publicitario.
En la sociedad tercerizada
mercancía y discurso coinciden, toda realidad queda reducida al discurso que
sobre ella se emite, el significante es lo significado. (Packaging: síntoma del
paso de consumo de valores de uso al consumo de valores de signo) La
mercantilización de todo producto es una realidad los fenómenos de opinión son
uno de los motores dinámicos de la vida del mercado la ideología misma es
mercancía en la vida institucional el estado de opinión es un bien capital.
Expansión comunicacional y
protagonismo del emisor
Si bien la manifestación más
espectacular del cambio en el modelo es la de medios técnicos o las retóricas
de persuasión de masas no reflejan el carácter cualitativo del cambio que puede
leerse en el hecho de que el propio campo de la comunicación social se
reformula: Es cierto que se habla más de otro modo pero lo fundamental es que
se habla de otra cosa.
Entre todas las
modificaciones en la comunicación vinculadas al contexto de significación de
los mensajes destaca por importante y de directa relación con la comunicación
corporativa, el “desplazamiento de los contenidos del mensaje desde el objeto
hacia el sujeto de la comunicación”
Tradicionalmente el Emisor
emite un mensaje persuasivo proponiendo al Receptor un tema (un BUEN producto)
el anclaje entre E y R era la propia mercancía que reúne los intereses de
ambos. Con la evolución del mercado esa modalidad aun predominante resulta
insuficiente por:
La aceleración del cambio tecnológico
desestabiliza la identidad del producto(al redefinirlo permanentemente lo desdibuja)
Eso implica una aceleración de los procesos
de deslegitimación y relegitimación de la mercancía que la vuelve inoperante
como soporte y/o argumento de la comunicación
La progresiva socialización de la calidad
elimina diferencias reales entre productos de un mismo tipo imposibilitando la
confrontación en el mercado basada en los valores diferenciales de los
productos.
Necesitamos entidades más
quietas, con un ritmo de cambio más lento, o sea el sujeto de la empresa. El
valor agregado distintivo se replega sobre atributos indirectos (ej. respaldo
del productor) y este desplazamiento del valor objetivo a lo subjetivo desplaza
a los contenidos de la comunicación hacia la identidad del emisor.Þ Proceso de
subjetivación de la comunicación social giro hacia la boca que emite el mensaje
en detrimento de los contenidos. Þ incentiva y promueve la problemática de la
identidad institucional.
La comunicación refuerza su
función expresiva no primaria, mientras el emisor dice lo que debe decir, se
expresa (habla de sí)
La identidad corporativa
circula predominantemente por capas indirectas, semiconscientes o subliminales
privilegiando los discursos no verbales, es decir los canales no tradicionales
de la comunicación ahora que prioriza al emisor la comunicación se sumerge en
el concepto más global de Imagen: representación del emisor. Y el concepto de
imagen se potencia en cuanto a contenido y función semántica.
Este proceso no se detiene
en el protagonismo del emisor sino que revierte sobre la realidad proyectando
sobre la oferta los modelos identificatorios del sujeto: 2ª versión del proceso
de subjetivación; imágenes que eran resultado espontáneo, cobran
institucionalidad e identidad intencional ejercida y manipulada conscientemente.
Las entidades mediante el acceso a la dinámica de la imagen adquieren un yo
social.
El proceso de subjetivación
del mensaje posee doble sentido 1-desplazamiento del interés hacia el emisor 2-
creación de sujetos atípicos que no existían como tales.
La comunicación social es
entonces un mecanismo de instalación de identidades imaginarias en lo colectivo
cualquiera sea la naturaleza real de estas, la sociedad de masas posindustrial
reinstaura la primacía de la magia y el animismo.
Imagen institucional: un sujeto
diseñado.
El conjunto de emisores
sociales son sometidos a una presión externa proveniente de las nuevas
relaciones objetivas de intercambio que les exige una respuesta activa: la
intervención consciente, voluntaria y sistemática (perdida de ingenuidad)en sus
propios medios de comunicación no solo especifico (publicidad) sino el conjunto
de recursos directos e indirectos (imagen general). El aparato comunicacional
se expande y todos los componentes de la entidad pueden oficiar de canales,
medios o soportes de sus mensajes y de aludir directa o indirectamente a sus
atributos y valores.” el cuerpo institucional se hipersemantiza” Todos los
recursos adquieren dimensión publicitaria y la propia actividad y sus
instrumentos tienen la 2ª función de ser mensajes de promoción de sí mismos. La
publicidad ahora es solo un canal más de emisión de imagen corporativa. (Además
de la gráfica, indumentaria, ambiente, recursos materiales y humanos etc. todos
son portavoces de la identidad del organismo.) Por lo tanto todas las
decisiones provocan directa e indirectamente efectos de la imagen y necesitan
una atención especializada y un tratamiento técnico sistemático.
El diseño de un perfil de
imagen institucional implica un planteamiento de la identidad institucional pues
la imagen es el efecto público de un discurso de identidad. Formular un sistema
de recursos de imagen de una institución es optar por un conjunto de atributos
concretos de identidad con la que se integrará y operara en el contexto social.
Crisis de resortes de
comunicación Þ crisis de identidad Þ Mercado de la imagen
El emisor social cae en la
cuenta de que no sabe utilizar los canales “nuevos” y busca auxilio.
La comunicación es el eje
problemático clave de la sociedad contemporánea
Critica de las acepciones
coloquiales
Toda practica social
emergente crea a su propio medio coloquial un problema de denominación. Se
codifican nuevos usos, sentidos nuevos para los viejos vocablos.
Cuando se pretende superar
el nivel coloquial y acceder a certezas teóricas, lo que es obvio en el
discurso espontáneo al ponerse por escrito ya no lo es.
El léxico profesional
registra una serie de términos: Imagen, Identidad, Perfil; Identificación,
Comunicación, que asociados a los del campo concreto de aplicación: Institución,
Corporación, Empresa, Compañía, conducen a una serie de expresiones utilizadas
como sinónimos: Perfil empresarial, identidad corporativa, imagen de empresa,
identidad institucional, comunicación corporativa, etc. Recientemente se
sumaron enriqueciendo y sofisticando el entorno ideológico “filosofía
empresarial, cultura de la empresa, estilo de la casa” Tal ampliación ilustra
el protagonismo del sujeto institucional en la preocupación de la gestión
técnica.
Todas esas expresiones
aluden directa o indirectamente a un mismo fenómeno: a- La Entidad posee un
conjunto de recursos significantes. b-Estos suscitan en la audiencia una
lectura y opinión. c- interviniendo sobre lo 1º se puede incidir sobre lo 2º
La denominación del sujeto
· General: Los sujetos
sociales son muy diversos, se incluye toda entidad que cobre estado público,
sea de naturaleza personal, impersonal, colectiva individual, privada o pública.
El repertorio de vocablos
para aludir a estas es igual de diverso.
a) las típicas de la
actividad económica: Empresa, compañía. Sociedad.
b) la típica de naturaleza
extraeconómica, Institución.
c) un término equivoco
alusivo a entidades diversas y contrapuestas: Corporación.
d) Términos neutros o
genéricos: Ente, entidad, organismo, organización.
·De empresa. Es el menos
equivoco. Alude a la estructura organizativa de naturaleza económica por
excelencia. “Organismo societario articulado en torno a una actividad
lucrativa, cualquiera que sea el carácter de su propiedad pública o privada”.
En los sectores de interés y función abiertamente públicos se desdibuja esta
univocidad, matizado su eje conceptual básico- el lucro- y su gestión
compartida o condicionada por la administración pública. Pero de todos modos el
término posee una sola acepción y nos remite a la noción de uso frecuente y
univoco “imagen de empresa”
·De corporación: Corporativa
es de uso predilecto en el discurso profesional sobre la imagen. El más
conflictivo, porque a la natural elasticidad de todo uso coloquial se suma la
diversidad de aplicaciones en los distintos contextos idiomáticos. La
frecuencia del uso imagen corporativa proviene de la importación del inglés
Corporice imagen que significa compañía, empresa. Pero en nuestro medio latino
remite a formas organizativas más complejas (agrupaciones) y nunca significa
empresa. También remite al corporativismo (forma de organización sociolaboral
por sectores productivos) Por último, de uso menos frecuente, limita su
significado implícito en la metáfora: el cuerpo, como integración de miembros,
asociación o comunidad de personas regida por alguna ley o estatuto.
·De Institución: de uso más
corriente es la definición por exclusión de las funciones de lucro, vinculado a
los organismos no empresariales. “Todas las entidades públicas o privadas que
administran y gestionan actividades sin fines de lucro directo. Así se obtiene
la polaridad, imagen corporativa / imagen institucional. Otra acepción asumida
por el lenguaje coloquial como uso metafórico, es “todo hecho que adquiera
significado social, trascendiendo a sus propias características internas de un
modo relativamente estable” Próxima a este se encuentra la acepción teórica
“toda realidad estable que constituya una norma, convención o mecanismo regular
estable del funcionamiento social, trascendente a la voluntad e interpretación
de sus usuarios concretos-
· Conclusiones: Se necesita
una denominación que remita a un campo universal aludiendo con similar
evidencia a todas y cada una de las manifestaciones parciales del fenómeno
permitiendo que el análisis transcurra siempre en el nivel por el que se optó.
Institución e institucional
son los términos más adecuados, por la vigencia, que redundara en una
interpretación clara utilizada en el contexto. Porque puede incluir casos
dispares, y porque el solo hecho de asumir la propia imagen pública como
problemática y campo de intervención es índice de voluntad de
institucionalización social. Cuando la imagen pública es objeto de gestión
regular tendiente a su control queda documentada la existencia institucional de
esa entidad.
·La denominación de la
función identificadora
General. “Imagen” suele aparecer asociado a
“identidad” y “comunicación” Las expresiones Identidad corporativa, o
comunicación corporativa no siempre son definidas con precisión y suelen
solaparse con imagen corporativa. Corporate identity suele coincidir con lo que
aquí se denomina imagen corporativa. Identidad conlleva ambigüedad, entre su
alusión a una serie de atributos intrínsecos de la institución y a un conjunto
o sistemas de signos identificadores. Comunicación asociado a una actividad
concreta es menos ambiguo. Imagen de uso más frecuente resulta el más equivoco.
Imagen objeto e imagen representación se
detectan 2 acepciones opuestas que en el uso aparecen a veces discriminadas,
otras entrelazadas: A la imagen se la suele concebir como un a) hecho objetivo,
fenómeno exterior perceptible, una fuente, y como un b) hecho subjetivo, un
registro una representación. a) motiva usos “tener o emitir una imagen” ”centro
de estudios de la imagen” “retórica de la imagen” b) ”la imagen pública”
“imagen psíquica” “registro imaginario”. El primero más coloquial y el segundo
más técnico y menos frecuente. Entre los dos fluctúa el uso de la palabra imagen,
generando equívocos cuando en un mismo contexto se apela a ambos sentidos.
Puede sospecharse que en el modo coloquial se utilicen de modo inconsciente
ambos sentidos en simultáneo.
El prejuicio visualista: Imagen suele
aludir indistintamente a un fenómeno representacional de tipo ideológico, un
fenómeno perceptual integral o un fenómeno estrictamente visual. Cuando la
pronunciamos la primara representación que induce es un hecho visual, en el
medio profesional la reducción de la imagen a lo visual incluso se acentúa con
la reducción alo grafico, tendencia avalada por el uso y la erosión que este
produce sobre el concepto, que va restringiéndose a los campos donde mas se
consume. Imagen institucional = sistema de identificación grafica de la
institución.
Combinación de los dos ejes semánticos:
Resulta una amplitud polisemica:
Oposición
Imagen objeto Imagen
subjetiva
Recursos de comunicación
integral Representación psíquica
Recursos materiales de
comunicación Registro sensible
Recursos visuales Registro
visual
Recursos gráficos Lectura
gráfica
·Conclusiones Se hace
imprescindible proponer definiciones precisas.
·Propuesta de una
nomenclatura
· Un esquema de cuatro
elementos
·General: Fuentes de
equívocos: Polisemia de los términos en los usos espontáneos del discurso
técnico profesional, diversidad de concepciones ideológicas y aportaciones
teóricas, variantes interpretativas desarrolladas por el mercado de la imagen.
La terminología que
garantice la interpretación univoca del discurso deberá ser teórica y específica
a) definiciones atributivas, artificiales univocas e inconexas respecto los
demás usos lexicales b) definiciones validas únicamente para el contexto de la
imagen institucional y su entorno socio técnico concreto.
Imagen institucional: Cuatro
componentes básicos: realidad, identidad, comunicación e imagen, dimensiones
intrínsecas y universales de la actividad institucional al margen de la
existencia de programas de intervención específica sobre alguna.
·La realidad institucional:
Conjunto de rasgos y condiciones objetivas del ser social de la institución.
Datos objetivos, hechos reales, anteriores o independientes de las formas de
conciencia institucional, materialidad de la institución: Entidad jurídica y
funcionamiento legal concreto, estructura, índole y peculiaridades de su
función, realidad económico-financiera, infraestructura y sistema de recursos
materiales, integración social interna (individual, grupal, societaria, técnica
etc.), sistema de relaciones y condiciones de comunicación operativa interna y
externa, etc.
Deben incluirse también los
datos de su tendencia evolutiva concreta. La Realidad institucional no es solo
un estado sino también un proceso. Tan real es aquello que ya ha acaecido como
lo que acontecerá inevitablemente, por ello forman parte también los proyectos
institucionales, no sólo los de acción externa sino especialmente los de
intervención sobre la propia institución, elementos tan reales y efectivos como
cualquier hecho tangible de la institución, sólo en tanto determinan
actividades y conductas reales independientemente de la factibilidad de sus
contenidos, operan más en su forma que en los contenidos. Discriminar dos
dimensiones: situacional y prospectiva, facilitan la discriminación de los
campos de trabajo en diagnóstico y pronostico.
·Identidad institucional
Específica y exclusivamente un fenómeno de la conciencia. ”Conjunto de
atributos asumidos como propios por la institución “: el Discurso de la
identidad que se desarrolla en el seno de la institución de un modo análogo al
de la identidad personal del individuo.
La institución a través del diálogo
permanente con sus interlocutores genera formas de auto representación. Este
discurso identificatorio no es unidimensional, se desdobla en planos según ejes
referenciales básicos, 1- lo situacional y lo prospectivo, lo inmediato y lo
proyectual, 2- el que opone los aspectos internos o latentes a los externos o
manifiestos de la institución...
De esta forma se van
desdoblando y combinando entre si los planos de identificación cuya complejidad
será proporcional a la complejidad real y comunicacional de la institución.
Ej.: c/ sujeto social tiene
una idea de lo que es y de lo que quiere que crean que es, de lo que debe ser y
lo que quieren que crean que el debe ser. En la dialéctica interna de los
cuatro elementos, lo inmediato a lo proyectual, lo interno a lo socializado se
mueven los procesos de identificación.
Del mismo modo que la
realidad institucional, esta dimensiona debe pensarse como proceso, los
proyectos en su nivel de autorrepresentacion constituyen fragmentos del
discurso de identidad de la institución.
·Comunicación institucional:
“Conjunto de mensajes efectivamente emitidos. ”conciente o inconscientemente,
voluntaria o involuntariamente arrojan sobre el entorno por solo existir y ser
perceptible un volumen determinados de comunicados. No es una dimensión opcional
sino esencial al funcionamiento de toda forma de organización, existiría aunque
no hubiera ninguna forma de intención comunicativa. (Nos estamos refiriendo a
comunicación de la identidad institucional) La comunicación de la identidad no
constituye un tipo de comunicación concreto (aunque existen mensajes con esa
función especifica) sino una dimensión de todo acto de comunicación. En todo
acto de comunicación, cualquiera sea su contenido existe una capa referencial
de comunicación identificadora. Y justamente aquellos que cumplen con mayor
contundencia esa función son precisamente los mensajes cuya misión explicita no
es aludir a la identidad institucional
Tanto para el emisor como
para el receptor la identidad es un mensaje connotado, son mínimos los mensajes
que aluden de modo específico y directo a su identidad.
Este carácter omnipresente
hace que estén incluidos prácticamente la totalidad del hábeas semiótico de la
institución.
Se puede considerar soporte
de la identidad a la misma institución en su conjunto = la totalidad de los
hechos materiales y humanos detectables como propios. La institución es un
territorio significante que habla de si mismo y se autosimboliza a través de
todas y c/u de sus regiones.
· Imagen Institucional
Registro público de los atributos identificatorios del sujeto social. Es la
lectura pública de una institución, la interpretación que la sociedad o c/u de
sus grupos, sectores o colectivos tiene o construye de modo intencional o
espontáneo.= “discurso imaginario.” Además aparece otra acepción irrenunciable,
la de icono, como significante visual. Nuestro discurso necesitará apelar a
ambas acepciones.
·Las relaciones
· General La autonomía de
c/u de los cuatro elementos del sistema es relativa pues son dimensiones
analíticas de una entidad conceptual indivisible por lo que cualquier
modificación en alguna incidirá inevitablemente en las demás.
El primero y el tercero
constituyen hechos objetivos, las circunstancias que componen la realidad In. y
el conjunto de mensajes que componen la comunicación In. deben considerarse en
su pura facticidad, exterior a la conciencia que de ellos se tengan. Una es la
actuación general y otra particular. Los otros dos son construcciones ideales,
imaginarias. Representaciones ideológicas. Campo subjetivo que se desarrolla
como forma de conciencia de los anteriores. Evolucionan de manera pasiva y sólo
extraordinariamente son objeto de intervención voluntaria, conciente y
sistemática.
Tomados de dos en dos se
generan seis relaciones
1- Realidad institucional /
identidad institucional
2- Realidad institucional /
Comunicación institucional
3- Identidad institucional /
Comunicación Institucional
4- Identidad institucional /
Imagen institucional
5- Comunicación
institucional / Imagen institucional
6- Imagen institucional /
Realidad institucional
·1-Realidad Institucional e
Identidad Institucional: La distancia entre estos dos conceptos es la que hay
entre un objeto y un sistema de representaciones.
En el lenguaje profesional
se tiende a confundirlos, por el falso supuesto de que la formas que una
entidad adopta para autorrepresentarse, autopensarse o autoidentificarse
coinciden con sus condiciones de existencia objetiva. No pueden coincidir pues
no pueden incorporar la totalidad de los datos empíricos debiendo seleccionar,
ni se agotan en ellos pues incorpora elementos ausentes en la facticidad como
expectativas y memoria. A esto se puede sumar las circunstancias accidentales
de desfase y las que facilitan la comprensión de las diferencias. Ej.: Detrás
de toda demanda de intervención s/ imagen existe una latencia de crisis de
identidad., la divergencia de idea s/ institución de los distintos miembros,
rara vez posee la inst. una identidad homogénea, nace como fruto de una
negociación. En la postura ante los proyectos los componentes de autoconciencia
implícitos en todo proyecto no necesariamente coincide con la
autorrepresentacion concreta global o parcial de la inst. , lo regula es que
supere a las formas que alcanza la identidad en el momento de su
implementación.
· 2- Realidad Institucional
y Comunicación Institucional Es una relación entre dos componentes objetivos:
un sistema operativo real y uno de comunicación real.
Es la realidad inst misma la
que como hábeas semiótico integrado opera comunicacionalmente. La comunicación
inst. es la dimensión semiótica de la realidad inst
· 3- Identidad Institucional
y Comunicación Institucional. Una representación ideológica y un sistema de
piezas significante. Una de las confusiones más frecuentes es no distinguir
entre identidad y el repertorio de mensajes con que esta se comunica. Esto
comporta un error teórico: una cosa son los hechos comunicacionales concretos
(mensajes) y otra los contenidos referenciales de éstos (aquello de lo que se
habla) con el peligro de limitar la idea de identidad a los mensajes
efectivamente emitidos, pues además pueden detectarse descoincidencias entre
contenidos, las nociones que conforman el discurso de identidad no necesariamente
ha de coincidir con los referentes de la comunicación.
No todos los contenidos de
identidad se comunican, por hipocresía o por innecesario o inviable. Existe
entre los contenidos ideológicos y mensajes efectivos una cierta y necesaria
opacidad funcional. Por no distinguir las distancias entre los dos niveles
lleva a errores que acumulados generan las crisis de imagen. Espontaneismo la
fe que la mera gestión correcta per se emite automáticamente los comunicados
identificatorios correctos. Hoy son las demandas objetivas de comunicación las
que inciden en los procesos de identificación y en los procesos de
reestructuración operativa. Publicitarismo la creencia que la Comunicación
Inst. agota los contenidos semánticos y que el mero sistema de comunicación es
la identidad inst..
Una sólida dialéctica los
articula. Todo acto de comunicación. Es un intercambio de mensajes
identificatorios. Todo discurso de identidad es para ser comunicado y toda
comunicación es una comunicación de identidad, no como emisión unidireccional
de información sino como intercambio identificatorio en el que se constituyen
las identidades del emisor- receptor y de la relación que los une
materializando ese tercer personaje intersubjetivo: la manifestación semiótica
de lo social. La realidad institucional en su dimensión semiótica opera como un
mensaje- comunicación institucional- que alude a la identidad institucional.
· 4- Identidad Institucional
e imagen Institucional Dos formas de conciencia s/ la institución: la
autorrepresentacion y la representaciones de esta desarrolladas por la
audiencia. Un fenómeno de opinión interno y externo. Dos conciencias que se
desarrollan de un modo relativamente autónomo a partir de necesidades y
expectativas condiciones de registro etc. Claramente diferenciadas. Si
comparamos el discurso de identidad con el de imagen necesariamente
detectaremos zonas de descoincidencia. Resorte disparador de una dialéctica
básica: la identidad es un fenómeno dinámico que se opone a la imagen y se
redefine en función de esa oposición Þ Trabajo identificatorio. En el lenguaje
profesional a estos términos suelen utilizarlos como sinónimos para denominar
al sistema de signos identificadores que aquí seria la comunicación
institucional
·5- Comunicación
Institucional e Imagen Institucional A la diferencia de su naturaleza se suman
las de contenido. Toda comunicación implica dos mensajes: el emitido y el
reproducido en el acto de recepción que recrea inevitablemente el mensaje. Por
lo tanto siempre hay desfasaje entre los dos niveles. Es una condición
estructural. Además el tempo de emisión no tiene por qué coincidir con el tempo
de recepción y metabolismo social de los mensajes.
·6- Imagen Institucional y
realidad institucional. Un estado de opinión y un hecho real. Descoincidencia
evidente. La función de la imagen es producir un efecto de realidad, ilusorio.
La imagen es lo verosímil así que crea en el que la experimenta un estado de
certidumbre. Por lo tanto ambos niveles en el fenómeno comunicacional real
tenderán a mimetizarse.
·Un proceso único: La
semiosis institucional
El fenómeno institucional
queda así totalizado como hecho semiótico. Es la capa de sentido que cubre el
hecho institucional en su totalidad y en la cual se procesa permanentemente el
discurso de su identidad. Semiosis institucional: Proceso espontáneo,
artificial o mixto, por el cual una institución produce y comunica el discurso
de su identidad y motiva en su contexto una lectura determinada que constituirá
su propia imagen.
Discurso y semiosis
institucional
En las intervenciones
especializadas s/ la imagen, la “semiosis institucional” es un proceso
semiartificial, una semiosis técnicamente asistida, que aparece cuando en el
desarrollo normal de la actividad institucional se produce un salto o ruptura
cuya escala hace improbable una recuperación espontánea del equilibrio.
Estos cambios pueden darse
en cualquiera de las cuatro esferas, que requieran intervenciones sistemáticas
sobre su propio proceso identificatorio. (alteración en su realidad material:
expansión inusitada, en sus componentes de identidad: estancamiento del desarrollo
técnico cultural del equipo humano, cambio en las condiciones de comunicación:
incremento drástico de la audiencia, alteración de la imagen pública: por la
aparición de competencia fuerte.) El caso más crítico está en el campo de la
imagen, indica que el desfase entre la lectura pública de la identidad de la
institución y los objetos identificatorios de ésta ya se han hecho efectivos y
la intervención no es preventiva sino para revertir una situación negativa
concreta.
La disciplina que se hará cargo
puede definirse semiótica técnica pues regula la asignación conciente y
especializada de significantes a un repertorio de significados preestablecidos.
La sola existencia de un programa semántico da un papel protagónico a la
manipulación consciente del discurso. El libre juego de los significantes que
se da en los procesos espontáneos se reducen por la presencia técnica s/ ellos:
Se selecciona los significantes que mejor vehiculen los sentidos intencionados
dentro del paradigma o repertorio de significantes hechos previamente
concientes. Apelando a códigos socialmente vigentes se pretende controlar la
lectura del signo identificador.
Los programas de imagen
inst. son una intervención consciente –actuación del súper yo institucional-
sobre su propia conducta comunicacional: Reprimir aquellos mensajes
identificadores espontáneos que conducen a una identificación divergente
respecto del proyecto conciente y voluntario- el deber ser- de la institución.
La intervención es
retentiva, inhibidora de ciertas tendencias y potenciadora, liberadora de
otras. De todos modos siempre existe un área de codificación abierta arbitraria
a merced de la libre decisión del agente institucional concreto es decir del
condicionamiento inconsciente de la comunicación de la identidad. En la
identificación institucional confluyen procesos concientes e inconscientes de
emisión de signos por lo general contradictorios en sí y entre sí, así que por
más específico y objetivo que sea el acto de comunicación tiene valor semántico
agregado una fuga de mensajes identificatorios connotados y automáticos no
controlables.
·Semiosis artificial y
sistema semiótico
Diseño de imagen
institucional Redacción de los mensajes de identidad de una institución
orientada a inducir una determinada imagen pública de la misma. El objetivo de
todo programa no es sólo modificar la imagen sino alterar el proceso global, la
semiosis institucional. Se producirá interviniendo en los únicos planos
manipulables los objetivos: Realidad y Comunicación. Una intervención semiótica
se produce en el plano comunicacional pero podrá conllevar o exigir
intervenciones más generales en la misma estructura, y aunque nos
restringiéramos al campo semiótico (comunicación) ya es un sistema pues esta
integrado por el conjunto de recursos comunicacionales de la institución.
Fue un paso decisivo
descubrir que el diseño de imagen no opera s/ objetos sino sobre discursos,
otro será el demostrar que no se actúa s/ mensajes sino s/ sistemas.
En la jerga profesional se
alude a sistemas pero no se verifica en los hechos. Es común referirse así a
los repertorios de piezas más o menos coherentes. (en la gráfica cuando hay
unidad formal entre los mensajes visuales) pero no es definitoria de un sistema
de identificación institucional, porque no es ni condición suficiente ni sin
qua non, es decir su cumplimiento no garantiza per se la existencia del sistema
ni es requisito inexcusable para todo sistema. (ej.: una programación adecuada
puede requerir una incoherencia visual de los distintos recursos)
Es evidente que para denotar
idea de institución deberá detectarse algún tipo de unidad entre los mensajes,
pues la sola idea de ente implica un grado de cohesión que reside en una unidad
estructural compleja: una unidad conceptual.
Entonces debe desplazarse el
requisito de sistematicidad a las capas mas profundas, estructurales de la
identidad. La unidad debe darse tanto en los contenidos semánticos (contenidos)
de fondo, como en las modalidades de estilo (retóricas) generales comunes a los
mensajes que circulan por canales totalmente heterogéneos, (componentes comunes
entre el logotipo y la manera de contestar el TE)
Aun en las intervenciones no
planificadas la propia lógica del discurso va imponiendo la homologación y
articulación de los distintos elementos identificadores. Crecimiento de la
parte al todo: manifestación espontánea de la sistematicidad del proceso
identificatorio, que no excluye el carácter contradictorio del proceso y los
desfasajes y asincronías en su desarrollo.
La eficacia de un sistema de
identificación institucional reside en la capacidad de c/u de los mensajes de
legitimarse recíprocamente. Lo nocivo no es su mal diseño sino el efecto de
desautorización reciproca que se produce cuando responden a contenidos
semánticos y códigos contradictorios. Ej: logo de mediana calidad armonizado
con soportes gráficos y corroborado por el entorno empresarial puede ser una
pieza muy eficaz y un logo muy prestigioso puede ser contraproducente si no
esta proporcionado respecto del sistema total) lo que importa al diseño de la
comunicación es manipular la totalidad del código, su control es condición de
la redacción adecuada de todos los mensajes necesarios. Como en cualquier campo
semiótico cada signo vale por su relación con los demás, en función del
sistema.
Esta coherencia sincrónica
exigida y aportada por el sistema se constituye en condición de posibilidad de
evolución diacrónica de la comunicación. El diseño de la comunicación debe
considerar a la institución como proceso en el cual unos mensajes son estables,
recurrentes y otros son variables, ocasionales, no previsibles. La
sistematicidad es la garantía de un crecimiento armónico a partir de una
estructura que se va completando durante el desarrollo temporal de la gestión
concreta
·Sistema y programación
integral
La sistematicidad se
manifiesta en a) carácter integral del campo y b) carácter programado de la
intervención.
a) el repertorio de recursos
de identificación debe ser completo y totalizado. En el input debe incluirse el
conjunto completo de recursos de cualquier status ( diseñables o no, existentes
o previsible, vigente o en extinción) y el repertorio se asuma como totalidad,
como elementos integrantes de una dimensión comunicacional única y no como
piezas estancas, si no tiene garantías de controlabilidad, porque todo
componente fuera de programa corre el riesgo de evolucionar conforme a
principios no compatibles con el sistema y desequilibrarlo al destruir la
univocidad del discurso.
b) Las opciones de lenguaje
o tipos de discurso se dirimen previamente a la producción del discurso
concreto y provista del campo de trabajo ya ordenado. La programación procura
que el mensaje no aparezca como simple fruto de la caja negra sino de la
combinación de planificación semiótica y asociación libre. Relativiza el mito
de la creatividad y empirismo optimista del brain stormin. La programación
aporta eficacia a la creatividad orientando su trabajo en el terreno que la
investigación detecto como el correcto. El grado de adaptación de la identidad
postulada esta en función del trabajo analítico previo: la programación, fase
estratégica del desarrollo de la comunicación institucional en la cual se
deciden los contenidos y el sistema de canales idóneos pertinentes a la
identidad institucional a comunicar.
·El campo de la
intervención: lo imaginario recurrente
En el corpus institucional
puede intervenirse produciendo una primera segmentación. Del conjunto semiótico
se segregará una capa universal: la imaginaria, aquella que por oposición al
conocimiento tiene la función de crear la ilusión de realidad o ilusión
referencial, campo objetual de todo programa de imagen y dentro de ella el
segmento referido a la identidad.
Todo control integral y
sistemático de la imagen deberá invadir ciertas zonas límites de la
comunicación no imaginal, es decir puramente operativa que corresponde a la
gestión específica y regular de la institución que constituye el trabajo
regular de los agentes internos. Este parámetro implica una delimitación al
campo por exclusión de la dimensión de la comunicación no pertinente a la
intervención.
Una segunda segmentación
considera a los modos de emisión del mensaje según los grados de tipicidad de
su estructura. Conforme a el se configuran dos polos representados por el
mensaje reiterativo o recurrente y el irrepetible u ocurrente: Los soportes
significantes estables (dados, disponibles con todos sus rasgos, la acción se
limita a su consumo, su emisión se produce como uso o puesta en escena de una
pieza significante preexistente ya compuesta, diseñada. Mensajes pre redactados
y repetibles, formalizados en soportes físicos múltiples o únicos Ej: elementos
impresos, instrumental estable, entorno como paisaje estable, ediciones de
audio etc., equipo humano, y sus propios medios regulares de significación) y
los variables (de existencia puntual y efímera, mensajes ocurrentes, síntesis
del conjunto de procesos de significación confluyentes en una coyuntura
concreta de actividad, mensajes singulares, irrepetibles se redactan ad hoc. A
la medida del acontecimiento en particular, no diseñarles: comunicaciones
orales y escritas puntuales, circunstancias o actuaciones espontáneas etc.
Dimensión semiótica de la gestión regular en sus componentes no prefigurados)
en tanto la emisión de este conjunto de mensajes es responsabilidad exclusiva
de los agentes internos no pueden incluirse como área programática concreta
dentro de una intervención integral s/ identificación, sí podrá incidirse en
ese campo a través de los programas dirigidos al equipo humano...
·Corpus semiótico y modos de
significación
Una tercera intervención
teórica consiste en detectar una topología que fragmente el corpus semiótico en
áreas conforme a especialidades de los procesos de significación. Esta
segmentación cortará simultáneamente las cuatro dimensiones
Variantes de la semiosis
institucional
A-lo lingüístico: lo verbal
en sentido estricto, lenguajes y código para lingüístico
B-lo semio lingüístico:
Semióticas mixtas, como la propia actuación personal que incluye al leguaje
oral y códigos de indumentaria.
C- lo semiótico: Semióticas
puras como el arte, la escenografía, la decoración en sentido estricto
D- lo semio-ergonomicos:
Semióticas impuras como la arquitectura y el equipamiento
La dimensión de lo
imaginario está presente en todos los niveles, incluso en el más estrictamente
lingüístico. Por lo tanto la totalidad de estos modos de significación están
presentes en el campo de imagen y comunicación.
Pronóstico de ventas. Gestión de imagen 2.4
Aspectos
teóricos generales del Marketing y la imagen de las Organizaciones
I. EL MARKETING Y SUS CONCEPTOS GENERALES
El concepto de marketing parte
de las necesidades del consumidor o usuario, y son éstas las que orientan la
producción. Los economistas clásicos consideraban que la actividad económica
debía estar centrada en el consumo; como Adam Smith y James Mill. Nadie produce
por producir y la distribución se realiza con la finalidad del consumo. La
forma de concebir la actividad de intercambio ha pasado por orientaciones
distintas en su evolución, hasta llegar al concepto actual de marketing. Esta
evolución ha estado determinada en el
nivel de competencia presente en el mercado; por lo que, cuanto mayor es el
grado de competencia existente, mayor es la posibilidad de aplicación del
marketing.
El Marketing
abarca mucho más que el simple acto de vender. Como consecuencia lógica de los
cambios que se han producido en las bases materiales, tecnológicas y culturales
de la sociedad el Marketing ha redefinido constantemente sus límites como
disciplina científica, evolucionando desde que se incorporó al lenguaje
económico empresarial.
Existen muchas
definiciones del término Marketing, de las
cuales algunas de ellas, las que se consideran más importantes, serán expuestas en este
trabajo.
Según el
profesor Luis Sanz las definiciones del Marketing siempre han estado unidas al
concepto que se ha tenido del mismo, ya sea limitada a los intercambios
estrictamente empresariales, a las relaciones de intercambio sin especificar su
naturaleza económica, al aspecto social y a los fines que se persiguen.
En 1960 el
Comité de Definiciones de la Asociación Americana de Marketing definió éste
como “la realización de actividades empresariales que dirigen el flujo de
mercancía desde el productor al consumidor”.
Rebatiendo esta
tesis según la cual el Marketing se refiere exclusivamente a un conjunto de
actividades empresariales, Kotler indica que la esencia del Marketing descansa
en una idea de intercambio más que en una transacción de mercado. Define así al
Marketing como: “un proceso social y de gestión a través del cual los distintos
grupos e individuos obtienen lo que necesitan y desean creando, ofreciendo e
intercambiando productos con valor para otros”. Este concepto descansa en
categorías esenciales como son las necesidades, deseos, demanda, mercado, entre
otras y refleja el proceso de intercambio como su objeto de estudio y será el
concepto que se tendrá como base para el desarrollo de esta investigación.
J. J. Lambin define al Marketing como un
proceso social, orientado hacia la satisfacción de las necesidades y deseos de
individuos y organizaciones, para la creación y el intercambio voluntario y
competitivo de productos y servicios generadores de utilidades, reflejando en
la misma tres conceptos claves: necesidad, producto e intercambio.
En 1981 Enrique
Martínez analiza el Marketing visto desde dos puntos de vista, definiendo así
al Marketing como filosofía y como función. De esta manera define que el
Marketing como filosofía “es un conjunto de diferentes actividades humanas que
a través de los intercambios originados por el deseo de aumentar el bienestar o
el beneficio de las personas permite obtener una mayor satisfacción del
consumidor”.
De otra parte el
Marketing como función se desglosa en una serie de actividades y tareas, que
comprenden la investigación comercial, la comunicación, la planificación
comercial, la organización de las ventas y la distribución.
Como se puede apreciar estas
definiciones consiguen poner de relieve un aspecto clave del marketing, la existencia de una comunicación interactiva
de emisión de mensaje y respuesta. Este aspecto es resaltado por Dubois Y
Nicholson (1987) cuando dicen: " El Marketing se caracteriza por su aspecto interactivo,
personal e individual; permite establecer un diálogo permanente con el
consumidor para provocarle una respuesta inmediata y activa”.
Considerando los
criterios de otros autores, Miguel de Santesmases señala que el Marketing es
“el modo de concebir y ejecutar la relación de intercambio con la finalidad de
que sea satisfactoria a las partes que intervienen y a la sociedad, mediante el
desarrollo, valoración, distribución y promoción por una de las partes de los bienes, servicios o ideas que la otra
parte necesita”. Según este criterio todo puede ser objeto de intercambio,
incluyendo las ideas, lo que amplia la concepción del Marketing.
Por su parte
García valora al Marketing como un conjunto de técnicas, políticas,
estrategias, medios dirigidos a descubrir, crear y analizar las necesidades del
mercado, lo que no sólo es examinar la demanda declarada y abierta, sino
también la potenciación de necesidades latentes, la creación de nuevos
productos, así como la oferta de nuevas soluciones. El autor en este caso,
incorpora al concepto funciones claves como la planificación, a través de la
cual la empresa conoce las necesidades y responde a ellas por medio de la oferta, orientando su modo de
actuación.
Finalmente es
necesario referirse al concepto de P. Drucker quien establece que el Marketing
tiene dos significados posibles y diferentes: como una concepción y como
función de la empresa. Este enfoque hace
referencia al aspecto más generalizado del Marketing; que es considerarlo como
una concepción y contemplación de la
empresa de la relación con las necesidades y deseos de los consumidores, es
decir, que se enfoca exclusivamente hacia el servicio del consumidor.
Dentro del conjunto de
definiciones que consideran que el marketing es una herramienta comunicativa de la
empresa, aparecen propuestas de conceptualización que utilizan elementos de
relación y de interacción como ejes centrales para su definición. De ellas se
pueden destacar la de Menal "El marketing es contacto, es un diálogo activo con el
consumidor"; la de Bird " El marketing es toda actividad de comunicación que tiene
como objetivo principal crear y explotar una relación directa entre una empresa
y sus clientes y prospectos, tratándoles como individuos"; y la de Rapp "
El marketing
es un sistema de diálogo entre el producto, las empresas productoras y
sus consumidores".
Desde este punto
de vista, las actividades de Marketing
no son más que medios para lograr los fines de la empresa, jamás
constituyen fines en si mismos, aunque naturalmente y como actividades individuales tendrán
objetivos propios, pero en el contexto la función de Marketing forma parte de
un conjunto, un sistema, que no tiene sentido más que cuando así sea
considerado y no en términos de individualidades.
La imagen juega
dentro del marketing un papel de gran importancia. A menudo se considera al concepto imagen como
un determinante significativo de las ventas (e indirectamente de la
rentabilidad) dado que permite al consumidor potencial adoptar una actitud
favorable provocando una decisión o reacción positiva (de compra de un producto
/ marca, de mirar con buenos ojos a una empresa, etc.)
La
preocupación por la imagen data de los
griegos, Aristóteles y principalmente
Platón, ya se preocupaban con el desarrollo de reflexiones sobre el tema. Vale
además destacar, que ahora la preocupación con la imagen ha encontrado
aceptación entre los teóricos del marketing, se ha demostrado que siempre fue
una preocupación utilitaria, en el sentido de buscar la operacionalización del
concepto sin debatir su significado y su importancia.
Se puede
percibir que la importancia atribuida al tema justifica la preocupación de los
teóricos por la influencia de la imagen
sobre el comportamiento del ser humano, pero en la literatura consultada
no ha sido posible identificar un verdadero debate sobre el tema en el área del
marketing.
No existen
discusiones relevantes acerca del concepto. Existiendo sin embargo
investigaciones interesadas en determinar los métodos y las técnicas más
adecuadas para su análisis y
aprovechamiento.
Fue sólo en
1940, con la publicación en Francia de un libro de Sartre y en 1956 en los Estados
Unidos de otro libro escrito por Boulding, que se pudo contar con un marco
referencial teórico más consistente para el debate del concepto de imagen en
áreas del marketing.
Sartre, en su
estudio sobre la imagen, afirma que solo se le puede comprender verdaderamente
a través de una perspectiva fenomenológica. Para él la imagen, en tanto imagen,
no es posible describirla sino es a través de un acto reflexivo mediante la cual la vista se desvía del objeto para
percibirlo del modo como el objeto es presentado. Una conciencia reflexiva
libre de los datos absolutamente ciertos; el individuo que por un acto de
reflexión adquiere la conciencia de tener una imagen, no se puede engañar. El
acto de reflejar, para él, tiene por tanto un contenido inmediatamente cierto
que es denominado “esencia de la imagen”.
Cualquier
estudio sobre imagen según él, debería
partir de una distinción radical. Una cosa es la descripción de la imagen y
otra cosa son las inducciones acerca de
su naturaleza. En ese trayecto entre una cosa y otra se va de la certeza a la
probabilidad.
Las
características descriptivas de la imagen solo pueden ser obtenidas por un
método fenomenológico, ya que la naturaleza de la imagen puede apenas ser
investigada a través de la formulación de la hipótesis. Con tales concepciones
el tiende a ocupar una posición central en la discusión respecto a la semejanza
entre el concepto de imagen y el de percepción, la cual refleja el objeto en su
conjunto, en la totalidad de sus propiedades.
A su vez, la percepción
no se reduce a la suma de sensaciones aisladas, sino que constituye un grado
cualitativamente nuevo de conocimientos sensibles con las particularidades que
le son inherentes como la objetividad, integridad, estructuras, constancia y
comprensión, de cierta forma anticipándose y presentando contribuciones para el debate que continúa vivo en otra área
del conocimiento: la
Psicología. El trato fenomenológico permite a Sartre afirmar
que en la percepción, el conocimiento se forma lentamente mientras que en la
imagen el conocimiento es inmediato.
Boulding, al desarrollar su teoría de la imagen buscó
establecer diferencias entre los
mensajes que llegan al individuo y las imágenes que se forman en su mente. Para
él la escala de valores de cualquier individuo u organización es el elemento
más importante en la determinación de los efectos de los mensajes que se
reciben sobre su imagen. Esos autores al analizar la noción de la imagen
buscaron fundamentalmente discutir el fenómeno y su importancia, preparando de
cierta manera el terreno para investigaciones posteriores.
Boulding debido a su vínculo con la
teoría organizacional procuró caracterizar la imagen a través de la noción de
valor, esencial para la mejor comprensión del comportamiento humano dentro de
las organizaciones. Sartre se detuvo en la definición más clara del fenómeno,
proporcionando discusiones más consistentes e influenciadas de cierta forma por
el debate que se estableció en el área de la Psicología.
En la Psicología tanto como
en la filosofía, la experiencia con objetos y espacios es tradicionalmente
caracterizada como percepción, sueños o imaginación de figuras en la mente. En
1971 Paivio planteó que la imagen se utiliza para referirse a un código de memoria, o mediador asociativo
que proporciona información especialmente paralela para medir respuestas
abiertas, sin necesidad de ser concientemente experimentadas como imagen
visual.
No obstante,
Anderson (1978) expresa que imagen hace referencia a una impresión holística y
viva que mantiene un público concreto hacia una empresa, en parte como
resultado del procesamiento de la información llevada a cabo por los miembros
del público y en parte por
la comunicación global de la empresa en cuestiones que tienen que ver
con su naturaleza, es decir el retrato fabricado y proyectado de sí misma.
Sin embargo,
Fancounier (1988) asegura que la imagen es la forma subjetiva y de dimensiones
múltiples de la representación o impresión de la realidad en el cerebro humano,
como consecuencia de la cual dicha realidad se introduce de manera reducida,
coloreada y por tanto a menudo
transformada.
Lenin define la
sensación como un elemento perteneciente a la imagen subjetiva de la realidad
objetiva, por lo cual no constituye la copia mecánica del cerebro humano, sino
que representa una imagen ideal o sea, existe en la mente de las personas en
función de sus cualidades personales y las condiciones sociales y del medio
al cual pertenecen, lo cual demuestra
que las mismas influencias externas no necesariamente generan el mismo efecto
en dos seres diferentes.
La discusión en
torno a la distinción entre la imagen y la percepción tiene ocupado a una buena
parte de los teóricos sin que se evidencien señales de consensos y conclusiones
satisfactorias. En verdad algunos teóricos afirman que gran parte del
conocimiento y la experiencia pueden ser apreciados en una representación
figurativa del mundo y argumentan que los individuos poseen dos sistemas de
codificación que les son útiles para representar el mundo: un sistema verbal y
un sistema figurativo.
Giampaolo,
refiriéndose a la imagen como modelo mental planteó:”puede ser una buena o mala
representación de la realidad, pero es en todo caso significativo porque guía
el comportamiento y por lo tanto, es un arma potente para influir sobre los
demás; en este sentido es objetivo del trabajo ocuparnos de la imagen, como
representación de la empresa y modelo de la instrucción para todo aquel que
debe tomar decisiones que le competen”.
A los ojos de Martineau
(1958) la imagen, “es la forma por la cual una organización es definida en la
mente del consumidor, en parte debido a las características funcionales y en
parte por un conjunto de atributos psicológicos”.
Otro grupo
afirma que las figuras en la mente son epifenómenos y que los contenidos en la mente son
apreciados a través de descripciones en términos de proposiciones. Por otra
parte autores como Sartre, Levy y Richardson propusieron clasificaciones de
estos diversos conceptos. La clasificación elaborada por Richardson, con base
en el grado, veracidad y control de las imágenes permite una discusión mejor.
Así se
definen 4 categorías de imágenes:
1.
Pos
– imagen o (imagen consecutiva): persistencia momentánea de un estado sensorial, inducido
por el estimulo breve e intenso como el disparo de un flash.
2.
Imagen
y eidética: un
tipo de visión extremadamente viva, detallada, de naturaleza alucinante,
difícilmente controlable y que pocas personas tienen.
3.
Imagen
de imaginación: formación
de imágenes de objetos no percibidos anteriormente de forma viva, de más difícil control.
4.
Imagen
de memoria o (de pensamiento): reproducción mental de una percepción o una impresión
anterior en ausencia del objeto que le dio origen.
Finalmente,
Calviño se refiere e intenta precisar que la imagen tiene las siguientes
características:
§ Carácter objetal. La imagen siempre es imagen de algo: su
objeto modelo.
§ Sensorialidad o
suprasensorialidad. La imagen sensorial es el dato de confirmación primaria de
la conciencia, pero ella no se detiene en el contenido sensorial, no es solo
una reproducción, la imagen es también una creación de propiedades funcionales
que no están directamente dadas en su sustrato sensorial.
§ Puede expresarse como
representación, como juicio valorativo, o como comportamiento.
§ La imagen es el producto de la
actividad del hombre, de su intercambio con su entorno, con otros hombres. es
el resultado de las experiencias personales (vivencias en la actividad
personal) y de las interpersonales (asimiladas como cultura, ideología,
valores, gusto, referencias, etc.)
§ La imagen constituye una base
orientadora en la regulación del comportamiento.
§ La imagen es ante todo,
subjetividad humana. tiene significado,
es el lenguaje que expresa la
unidad de lo psíquico en el individuo,
su subjetividad.
Analizando los
criterios de los diferentes autores y
resumiendo, se puede llegar a la conclusión de que la imagen es la percepción
del cliente, a través de sus experiencias, está determinada por la realidad, el
concepto y la experiencia que rodean al receptor visual, está formada por los canales de contacto de
aquel que recibe el mensaje visual y su interés de aproximación al objeto, es la presentación mental de alguna cosa
percibida por los sentidos, aunque por lo general se le asocia con el visual, determinado por el
bombardeo de imágenes en la publicidad e imagen mediante los medios masivos de
comunicación.
La percepción
proviene de un conjunto de sensaciones
táctiles, olfativas y gustativas que incorporan información única sobre el
objeto y caracterizan aquello que percibimos visualmente. La percepción visual
es una actividad cognoscitiva. Se denomina cognoscitivo a aquellas actividades
mentales relacionadas con el almacenamiento y procesamiento de información.
Toda percepción visual esta constituida por la clasificación, la selección, la
simplificación, la abstracción, el análisis y la síntesis. Estas operaciones
determinaran el modo a través del cual la mente tratará el material
cognoscitivo.
Las imágenes tienen
dos formaciones: la de “determinación interna” o expectativas y las de “determinaciones
externas” o “actualización”. La primera se refiere a la imagen interna, la cual
consiste en ver como los trabajadores aceptan, el proyecto empresarial actual,
las políticas corporativas, la situación de la institución en el sector, las
orientaciones estratégicas, sus puntos
fuertes y débiles. Se destacan además, como perciben sus valores, el clima
interno, la seguridad, promoción, los niveles de satisfacción, la eficacia de
la comunicación interna y las expectativas como motivaciones. En la segunda
formación, predomina la influencia de la información que proviene del exterior,
la imagen mental que se tenía al inicio puede ser mantenida o modificada en
dependencia de la información que se tenía de esta situación en la etapa de
expectativa.
La imagen
como modelo mental es una representación
de la realidad que guía el comportamiento de los individuos, y que puede ser
tanto favorable, por lo que constituye un arma para ejercer influencia sobre
los demás.
La imagen
existente está basada en el aprendizaje, sensaciones, percepciones del
individuo, este como ser selectivo sensorial no almacena las imágenes
fotográficamente, pero si sus trabajos más relevantes de forma organizada,
asimilan los aspectos que corresponden a
sus necesidades y desprecia los restantes. Las
imágenes percibidas son estructuradas a partir de una escala de valores
que repercutirán en el nivel de retención
del cliente, reflejando de este modo su alto nivel de subjetivismo.
El individuo
como ser en constante interacción con el medio circundante puede crearse una
imagen de dos formas: una es por experiencia o interacción directa con el
producto o servicio y la otra, cuando se convierte en receptor de un mensaje
dirigido a si mismo, la cual se transformaría en una impresión proyectada por
el agente comunicador. En el caso de la empresa esta abocada a crear, mantener
y potenciar su imagen o se corre el riesgo de que otros la creen, estos pueden
ser:
- Aquellos competidores que esperan un traspié.
- Una empresa que invada el mercado de otra.
- Una empresa que quiera aumentar la cuota de participación en el mercado.
La imagen es
múltiple en sus formas, puede ser visual, táctil, gustativa, auditiva u
olfativa, conforme a la naturaleza de las informaciones, representada a partir de la experiencia
anterior, la misma no surge de la nada es el resultado de la identidad bien
elaborada y comunicada de cada uno de sus emisores: recursos humanos,
características internas y externas de las instalaciones físicas, nivel de
comunicación primaria y secundarias ( medios de comunicación interna,
papelería, elementos básicos de
identidad visual como: símbolo, slogan, logotipo, diseño corporativo,
productos, designación, tangibilisación y diseño de servicio; medios propios:
periódicos, el transporte y los uniformes del personal; mecanismos de
promoción, etc.
La imagen se
puede definir de forma general como el reflejo subjetivo del mundo objetivo, la
imagen es real, hecho que le permite
existir dentro del hombre. Lo que puede explicar como diferentes personas
pueden obtener una imagen de la realidad más o menos parecida, ella puede ser
concebida como un proceso de conocimiento en formación, en la imagen hay
conocimiento inmediato que consiste en la abstracción del objeto conocido. Por
eso la imagen tiene una esencia común a todos los hombres y es afectada por la
experiencia de cada individuo dentro del
contexto de determinado ambiente y es influenciada por normas de diferentes
culturas y sociedades.
Después de haber
analizado varios conceptos sobre la imagen se llega a la conclusión de que la
misma no es más que la idea que las personas se hacen de un objeto, el reflejo
o la representación de la realidad.
Para un buen
proceso de formación de una imagen se deben conocer y analizar los siguientes
conceptos.
La imagen corporativa es la totalidad de la situación o
ideas sobre la reputación de una empresa. Constituye un fenómeno de opinión
pública como resultado de la apreciación que la gente tiene acerca de una
compañía y de la información que fue acumulando a través del tiempo. Es el
resultado de todas aquellas
experiencias, impresiones, creencias y sentimientos que posee la persona sobre
la empresa.
La imagen corporativa
es aquella que respalda la marca o servicio de la empresa. Así mismo el
producto, las relaciones con el cliente, el liderazgo de la institución, su
ética, las relaciones con sus empleados y su reputación financiera son
elementos de la identidad corporativa.
Podemos decir
que la imagen corporativa surge de los contactos personales tales como: ventas,
servicios, correspondencia, telefonía
etc. y también mediante los medios de comunicación verbal, de la publicidad e
información, de las experiencias directas con los productos o servicios de la
compañía y de la forma de enfrentar los negocios en cuanto a precios, entregas,
confiabilidad, integridad y la flexibilidad con los clientes.
La imagen
corporativa es útil para forjar un enlace entre productos, servicio y actividad
ya que elabora un medio de reconocimiento, un buen nombre y acumula los
beneficios individuales de la actividad prestada.
Para lograr una
imagen corporativa eficiente es necesario tomar en cuenta los siguientes
factores: cercanía del público, fácil acceso y participación, la dimensión de
la empresa, el modernismo existente, la actualización tecnológica y el
desarrollo de políticas acorde con la filosofía de la compañía.
Entre las áreas
que determinan una buena imagen corporativa se encuentra la apariencia, es
decir la manera de mostrarse la empresa interna y externamente, la comunicación
o la forma según la cual, la compañía se proyecta ante el público y las actitudes o la manera en que la institución
realmente actúa.
Uno de los aspectos
más importantes de la imagen corporativa lo constituye su manifestación
gráfica, es decir su presentación visual expresada a través del diseño grafico.
Para lograr el diseño grafico que manifieste la imagen adecuada de una empresa
es necesario organizar de manera coherente todos los factores visuales.
Cuando se tiene la idea exacta y objetiva acerca de
ello se estará en posición de comenzar a trabajar en la elaboración de la presentación visual. Una correcta
presentación visual puede ayudar en forma efectiva al establecimiento de las
relaciones públicas. La mejor imagen corporativa es la que ayuda a ubicar
positivamente a la compañía en el medio competitivo social.
En esencia la
imagen corporativa es el resultado de:
- Actividad: como resultado de diversificación de acciones, departamentos o activación de servicios nuevos y del equipo humano y su capacidad de liderazgo.
- Conjunto de comunicaciones internas y externas que la organización activa: relaciones internas con los medios, comunicación social, soporte de identidad corporativa, acciones de proyección externa, programa de relaciones publicas, publicidad corporativa y soportes necesarios para el posicionamiento del producto, servicio y marcas en los mercados.
La comunicación
corporativa se ocupa de proyectar la identidad de la empresa como grupo
humano, que opera en un entorno social determinado, proceso que convierte la
identidad corporativa en imagen corporativa.
Si se quiere que
la imagen tenga cierto grado de consistencia se deberá establecer un programa
de comunicación desde los inicios de su gestión, debe definirse el papel de las
relaciones públicas y la publicidad en dependencia de la posición que se quiera
lograr.
Para proyectar
correctamente una imagen de un producto
/ mercado o empresa se debe:
- Conocer las percepciones de los distintos públicos para así comparar la imagen deseada por la empresa con la imagen real percibida por el cliente, contribuyendo a la materialización de la estrategia de la organización.
- Concebir un programa de entrevistas tanto personales como discusiones de grupo dirigidas a públicos como: consumidores, proveedores, administrativos y empleados de la organización.
- Comunicar la estrategia de la organización al público interno, el que con la diaria interacción con el cliente de forma a la verdadera imagen y reputación del producto, mercado o empresa.
La imagen, en términos de
mercado es la representación de un objeto, mercancías o servicio en la psiquis de una persona, en
la percepción de un grupo social o en
una colectividad a
partir de la relación entre el
hombre, el objeto en su conjunto
y el efecto en su experiencia practico espiritual, la tradición, gusto, la
moda, calidad de la oferta y la promoción, como resortes impulsores del
consumo.
Como primer objetivo
la empresa necesita de una imagen adecuada en cada uno de los públicos
objetivos que, aparte de los clientes y consumidores potenciales, puede
determinar en mayor o menor medida el éxito o fracaso de cualquier acción que
la empresa lleve a cabo, como tal (medios de comunicación, profesionales,
administración, etc.)
Una imagen de
establecimiento detallista podemos definirla como la impresión general de lo
que una persona o grupo de personas piensa, percibe o sabe de estas fórmulas
comerciales. La impresión general en muchas ocasiones, es más que una suma de
atributos que caracterizan al negocio minorista.
Por otro lado,
los términos “posición” o “posicionamiento” han comenzado a utilizarse con frecuencia, para significar
imagen, excepto que implican un marco de referencia para la imagen
fundamentándose en la competencia como punto de referencia a los competidores
que actúan en el mismo mercado.
La percepción no
se reduce a la suma de sensaciones aisladas, sino que constituye un grado
cualitativamente nuevo de conocimiento sensible como las particularidades que
le son inherentes como la objetividad, integridad, estructura, constancia y
comprensión.
La imagen está
relacionada con la posición que se pretende alcanzar, siendo la imagen la idea
que las personas construyen en su mente de un objeto dado u organización según
lo que han percibido de este, mientras que el posicionamiento es lo que se
desea que las personas piensen respecto a un objeto dado u organización.
La estrategia de
posicionamiento consiste en definir la imagen que se quiere conferir a la
empresa o a sus marcas, de manera que su público objetivo comprenda y aprecie
la deferencia competitiva de una marca o empresa sobre otras.
El
posicionamiento se ocupa de identificar, diseñar y comunicar una ventaja
diferenciada que hace que los productos de la empresa se perciban como
superiores y distintivos con respecto a los de los competidores en la mente del
público objetivo.
Cada marca
ocupa una posición en el mercado, configurada por una serie de atributos
característicos que los consumidores asocian o asignan a la misma en relación
con las demás marcas con quienes compite. Dicha asociación es perceptual es
decir se produce en los individuos a
partir de ideas, creencias, impresiones, percepciones sobre el servicio y la
marca; a esto es a lo que se le conoce con el nombre de imagen.
El análisis
de la posición de la empresa en su contexto competidor, tiene dos vertientes:
por un lado, está el estudio o análisis de su situación actual a partir de las
percepciones del público; por otro donde se desea que la empresa sea percibida.
Generalmente se dan notables diferencias entre lo que la dirección piensa y las
percepciones actuales de su mercado meta lo que condiciona la política de
imagen de la organización, además esto obliga a la empresa a distinguir dos
importantes conceptos de posicionamiento empresarial. De un lado esta el
posicionamiento analítico y del otro el posicionamiento estratégico.
Cuando la
imagen percibida es comparada con las de los servicios competidores y se
establecen las distancias entre ellos, se obtiene lo que se le llama
posicionamiento relativo de los diferentes servicios que compiten en un mercado
concreto. Con el objetivo de descubrir las percepciones que los públicos tienen
sobre la empresa (su imagen), es
necesario utilizar procedimientos de investigación y análisis, capaces de
determinar el posicionamiento relativo de la empresa, en comparación con las
demás organizaciones que compiten con ella en un mismo contexto y ante un mismo
público o mercado.
Se entiende
por posicionamiento analítico al resultante de las percepciones manifiestas del
público relacionando una determinada empresa con una serie limitada de otras
que compiten con ella en un mismo contexto. Se trata de la imagen percibida a
partir de una serie de características especialmente seleccionadas al respecto,
lo que por supuesto tiene que ver con la imagen actual de la organización. Por
lo tanto se puede decir que el posicionamiento analítico es el resultado actual
de las percepciones de los públicos objetivos en relación con la empresa o
marca y en términos relativos, a partir de ciertos atributos de tipificación.
Por su parte
el posicionamiento estratégico es el que se propone como objetivo del programa
de comunicación e imagen a establecer. Este planteamiento del posicionamiento
empresarial se produce mediante la proyección de la identidad de la
organización en la mente del público
objetivo, a partir de una serie de atributos que ocupen un lugar claro,
deseable para la organización y distinto de las demás empresas.
Ambos
enfoques del posicionamiento de la empresa están estrechamente relacionados
entre si, a través de un proceso secuencial y sistémico, que parte de la
investigación actual de la imagen percibida.
En el posicionamiento
analítico hay que diferenciar la posición actual de la empresa relativa a las
demás empresas concurrentes, pero además debe considerarse complementariamente
las preferencias que corresponden con el perfil de empresa deseada por el
público en relación con tales atributos
y con los ejes que configuran el contexto competidor de la empresa. El análisis
de ambos elementos permitirá sintetizar el posicionamiento y sus distancias a
la valoración preferencial del ideal.
El análisis
de la lejanía o la proximidad de la imagen actual con respecto al ideal y la
obtención de información acerca de la presencia de otras empresas próximas a
dicho ideal constituyen un elemento esencial para la configuración de la
política de imagen de la empresa.
El objetivo primario
de un estudio sobre la imagen y el posicionamiento de la empresa consisten en
aportar toda la información necesaria para que la empresa elabore determinadas estrategias de actuación
encaminadas directa o indirectamente a producir ciertas modificaciones en la
imagen existente.
Por lo tanto
para este tipo de investigación se plantea un objetivo general básico que se
enuncia en términos como realizar un estudio de imagen de la empresa, que sirva
como definición de la situación actual y como punto de partida, al objeto de
efectuar un diagnostico, con el cual habrán de compararse situaciones de imagen
que se alcancen en el futuro.
De este modo
el posicionamiento se ocupa de la diferenciación a fin de utilizarla para
adaptar de manera ventajosa a la empresa,
sus servicios, a un segmento de mercado.
Es inútil el conocimiento de las percepciones de los consumidores si esto no se
utiliza para actuar en aras de mejorar la situación de la marca, empresa,
servicio. La diferenciación se puede
lograr sobre la base de criterios subjetivos (imagen y comunicación) y sobre la
base de criterios objetivos (productos, procesos, personal, servicios a
clientes, otros elementos de la mezcla, etc.).
El
posicionamiento ofrece la oportunidad de diferenciar cualquier producto. Cada
compañía y sus bienes y servicios tienen una posición o imagen en la mente
del consumidor, esto tiene influencia en las decisiones de compra. Las
posiciones quizás sean implícitas y no planeadas y pueden evolucionar durante
un periodo o pueden planearse como parte
de la estrategia de mercadotecnia y luego comunicarlas al mercado objetivo. El
propósito del posicionamiento es crear una diferenciación en la mente del
cliente que distinga los servicios de la compañía sobre los de la competencia.
Es importante
establecer una posición de valor para el producto o servicio en las mentes del
mercado objetivo, es decir, deben ser distinguibles por un atributo o atributos
importantes para el cliente. Estos atributos deben ser factores cruciales en la
decisión de compra del cliente.
Hay una
amplia gama de enfoques para la diferenciación, entre las que encontramos la
diferenciación través del producto ( versiones del producto, nivel de calidad,
uniformidad, duración, fiabilidad, estilo, etc.); diferenciación a través de los servicios (
entrega, instalación, formación del cliente, servicios de asesoría técnica,
reparaciones, etc.); diferenciación a
través de las personas ( el personal mejor preparado tiene las siguientes características:
competencia, cortesía, credibilidad, confianza, responsabilidad, comunicación);
diferenciación a través de la imagen.
Debe
enfatizarse que con frecuencia las compañías no se consideran del mismo modo en
que sus competidores o sus clientes las ven. El posicionamiento de las compañías
cambia con el transcurso del tiempo.
El
posicionamiento en el nivel corporativo se ocupa del manejo y la comunicación
de una posición diferenciada para mejorar la visibilidad y credibilidad de una
compañía. Las compañías deben establecer en forma continua un diálogo con sus
clientes para apoyar y mejorar su posición en el mercado.
Los detallistas
tienen poder para configurar su imagen y posicionamiento en el mercado, dado
que controlan gran parte de los estímulos físicos y psicológicos que influyen
sobre el comportamiento del consumidor y determinen la naturaleza de la imagen
minorista. Distintos estudios examinan el conjunto de factores considerados por
el consumidor cuando examina a los detallistas. Sus objetivos consisten en
identificar los componentes principales de la imagen, señalar sus
interrelaciones y detectar su importancia en la selección de establecimientos,
formación de preferencias y niveles de satisfacción. En algunos casos pretenden
establecer diferencias existentes en la evaluación de los componentes de la
imagen en orden a desarrollar tipologías de consumidores. Incluso se admiten
que dichos componentes son idóneos para diferentes áreas geográficas, aunque su
importancia varía por tipo de categoría de productos vendidos. Globalmente, todos
los estudios afirman que los consumidores elaboran juicios y seleccionan
establecimientos detallistas mediante puntuaciones subjetivas a los componentes
de la imagen.
El precio
asociado con los artículos que componen el surtido (principalmente para los productos
considerados como de elevada atracción), puede parecer en principio un
determinante significativo de la imagen y de las preferencias hacia los
establecimientos detallistas. Sin embargo, las investigaciones sobre la
importancia del precio en la selección de detallistas ofrecen resultados
contradictorios, puesto que varían con la clase de productos, el tipo de
minorista y la clientela.
Existe otro
conjunto de variables que pueden ser utilizadas para fomentar la imagen de la
empresa detallistas dado que ayudan a lograr clientes satisfechos, aumentan el
importe de las compras de una clientela adicta y aportan nuevos clientes debido a la
reputación de la oferta realizada.
El diseño
interno y externo influye en la imagen del detallista, en su habilidad para
atraer clientes y retenerlos, proporcionan el entorno en el que se deciden las
restantes variables estratégicas y permiten alcanzar una ventaja competitiva,
sobre todo cuando surtido y precios son similares.
Los elementos
determinantes de la imagen y selección de establecimientos implican una
relación compleja entre todos los factores. Para clasificar dichas interrelaciones se han venido utilizando
diferentes procedimientos metodológicos como los modelos de actitud
multi-atributos, análisis de regresión, análisis conjunto y otros enfoques.
Todos ellos tienen como objetivos detectar las características más importantes
que configuran la imagen de las empresas minoristas.
Las empresas se
esfuerzan por conseguir una imagen de posicionamiento empresarial duradera y
colaboradora en todas las acciones que desarrollan. La imagen y el
posicionamiento son términos estrechamente relacionados pero realmente uno es
causa de otro, por medio de la imagen integral
de un producto o servicio se llega al posicionamiento, o sea, la imagen
es el objeto para llegar al propósito de posicionar cualquier marca. Por lo que se tiene que
definir primero el posicionamiento que se quiere lograr para desarrollar la
imagen del producto o servicio.
El concepto de
posicionamiento tiene origen en el creciente reconocimiento de la importancia
de la imagen corporativa en los años 60 y estuvo muy ligada a la diferenciación
respecto a la competencia mediante la proposición de características únicas,
que con los avances tecnológicos son fácilmente copiables. La idea del
posicionamiento se compara con la idea de identificar necesidades y luego
satisfacerlas.
La diferencia a
pesar de ser sutil, existe. Así en el caso de la imagen, se tiene que evaluar
la recordación de imagen, sin embargo, los atributos para evaluar la imagen, la asociación de esos
atributos con la imagen, comparar la evaluación entre imágenes y hacer mapas
conceptuales es propio del posicionamiento del producto u organización en el
mercado y en la mente de los clientes. La imagen que las empresas proyecten
hacia sus diferentes públicos, constituye una de las bases fundamentales para
el logro del posicionamiento en el mercado.
Por su parte el
posicionamiento es el lugar que ocupa un producto o servicio en la mente del
consumidor y es el resultado de una estrategia especialmente diseñada para
proyectar la imagen especifica de ese producto, servicio, idea, marca o hasta
una persona, el mismo se basa en el concepto de que la comunicación solo puede
tener lugar en el tiempo adecuado y bajo las circunstancias propicias. la mejor
manera de penetrar en la mente de otro es ser el primero en llegar. Es muy
difícil reemplazar la primera cosa que
ha logrado una posición en la mente. Además es una herramienta del marketing
que permite identificar oportunidades del mercado al considerar necesidades no satisfecha por los productos o
servicio de la competencia, así ejerce influencia para la creación de nuevos
productos o servicios o un rediseño de los existentes en función de cubrir esos
espacios vacíos. El posicionamiento implica dar al segmento de mercado
objetivo, la razón para comprar sus servicios.
Por lo que la
imagen de la empresa debe transmitir un mensaje distintivo y singular que
comunique los principales beneficios y el posicionamiento del producto. El
logro de una imagen positiva sólida requiere de un trabajo arduo y un alto
grado de creatividad en todo lo que la empresa dice y realiza.
El
posicionamiento tiene un significado particular en el sector de los servicios
debido a que ubica su intangibilidad dentro de un mercado de referencia más
tangible y esto determina la forma en que la organización desea que el cliente
objetivo visualice los productos o servicios en relación con los de sus
competidores y sus necesidades reales. Cada organización y sus productos tienen
una posición o imagen en la mente del consumidor que ejerce una influencia en su decisión de compra, posición que ha de
ser distinguible por uno o más atributos importantes para el
cliente logrando que cada servicio ofrecido tenga el potencial de percibirse en
forma diferente por el cliente.
En el sector de
los servicios existen características distintivas como la intangibilidad, grado
de variabilidad o heterogeneidad en la calidad de un servicio determinado y la
inseparabilidad que proporcionan la base para establecer una estrategia de posicionamiento competitiva
diferente a que si fuese dirigida a un
producto tangible. Este posicionamiento ha de ofrecer evidencias tangibles
agregadas que demuestren al cliente que se está haciendo por el y que determina la calidad del mismo y los
beneficios que reporta.
La calidad del
servicio o la concepción por el cliente de una imagen positiva de la
organización, es la que proporciona el estilo de la organización que lo presta,
y esta muy ligada a la presencia de atributos esenciales en el equipo
responsable de la entrega del mismo, entre ellos: responsabilidad competencia,
fiabilidad, accesibilidad, rapidez en el servicio, credibilidad, comunicación,
cortesía, entre otros.
La posición del
producto, es la percepción que tiene el cliente sobre los atributos del
producto en relación con los de marcas competitivas. Los consumidores toman un
gran número de decisiones todos los días. Para realizar la reevaluación
continua de numerosos productos, y los compradores tienden a agrupar en su
mente los productos para simplificar la decisión de compra.
Para mantenerse
en la mente del consumidor es importante adoptar un punto de vista de largo
alcance, determinando cual es la posición básica y luego ajustarse a ella, se
debe mantener la posición que se tiene año tras año, se debe ser creativo, solo
cuando esta creatividad esta subordinada
al objetivo de lograr el posicionamiento.
La parte difícil
del posicionamiento, es la selección de un concepto específico sobre el que
apoyarse. La mayoría de las empresas no son lo suficientemente capaces de dar
un concepto definido por el temor a no definirlo bien, en este proceso se
pueden cometer errores, pero vale la pena intentarlo.
La clave del
éxito, está en dependencia de la imagen y posición que se tenga, de aquí la percepción que el cliente tenga acerca de
determinado producto o servicio, Lo
que dependerá en gran medida de la
imagen que se quiera proyectar hacia el mercado en correspondencia con su capacidad
par percibir los cambios del producto / servicio en el mismo, satisfacer sus
necesidades y expectativas. De ahí la
importancia de incorporar la imagen al pensamiento estratégico de forma tal que podamos anticiparnos a los deseos del
cliente, conocer sus intereses, poder ofrecerles productos o servicios de
sublime excelencia y distinción.
La distribución
comercial tiene sus orígenes desde que existe el hombre, pues cuando este
supera las necesidades básicas de supervivencia y se encuentra con que dispone
de un exceso de bienes, fruto de su trabajo comienza a relacionarse con otras
personas para intercambiar sus productos por otros, a esto se le conoce con el
nombre de trueque. Así se inicia el comercio que adquiere relevancia en la
antigüedad con los fenicios, griegos, cartagineses y que toma gran auge durante el imperio romano, siendo un
comercio principalmente nómada. Los lugares donde se realizaban las operaciones
de compraventa eran las ferias y los mercados ambulantes.
Ya en la Edad Media surgió el
comercio sedentario, que se ubicó en las ciudades, adquiriendo los comerciantes
gran poder político y económico. Sin embargo a mediados del siglo pasado la
distribución comercial sufre una evolución constante hasta llegar hasta la
actualidad.
Desde los
orígenes del comercio sedentario entre el comprador y la mercancía se han
interpuesto los siguientes obstáculos, el mostrador, el vendedor y el almacén
que guardaba y ocultaba mercancía, pero con la aparición de los grandes
almacenes el comercio evoluciona, y permite que la mercancía salte el mostrador
y se acerque al comprador potencial.
La tendencia
actual del comercio consiste en rodear el acto de compra con estímulos y
sensaciones agradables, introduciendo en los espacios destinados a comercio
otros locales de ocio, restauración y todo aquello que convierta la compra en
placer y diversión. El comercio actual, tanto el grande como el pequeño, deben
reconvertirse y adaptarse a las nuevas necesidades del consumidor.
En la
actualidad, la mayoría de los fabricantes no venden sus productos directamente
a los consumidores finales. Entre ellos y los últimos destinatarios se
encuentran intermediarios de marketing que realizan diversidad de funciones, tienen distintas denominaciones y se les
conoce con el nombre de canal comercial o canal de distribución.
La venta al por
menor incluye todas las actividades relacionadas con la adquisición de bienes o
servicio directamente por los consumidores finales para su uso personal, no
relacionada con los negocios. Cualquier empresa que realice este tipo de ventas
sea fabricante, distribuidor o detallista esta llevando a cabo ventas al por
menor. No importa como se vendan los bienes o servicios ya sea personalmente,
por correo, por teléfono o maquina distribuidora o donde sean vendidas (en un
establecimiento, en la calle o en casa del consumidor). Por otra parte, detallista es cualquier empresa cuyo volumen de venta
proceda principalmente de la venta al detalle.
Existe una gran
variedad de empresas de ventas al por
menor y aunque se han propuesto varias clasificaciones, para el propósito de esta investigación se
consideran las siguientes: los
establecimientos detallistas, los detallistas sin establecimientos y las organizaciones
o empresas detallistas.
Establecimiento
de especialidad: El establecimiento de especialidad opera con una línea
estrecha de productos pero con una gran
profundidad dentro de esa línea. Ejemplo de detallista especializada las
compone la floristería, las tiendas de muebles, las de artículos deportivos y
las librerías.
Grandes
almacenes: Los grandes almacenes operan con varias líneas de productos,
generalmente ropas, muebles de uso doméstico y electrodoméstico.
Supermercados:
Un supermercado es un establecimiento relativamente grande, de bajo costo,
escasos márgenes y con un alto volumen
de venta, en régimen de autoservicio, cuyo objeto es satisfacer las necesidades
de los clientes con relación a los alimentos, lavandería y productos de
mantenimiento del hogar.
Establecimientos
de conveniencia: Los establecimientos de conveniencia, son tiendas
relativamente pequeñas que se encuentran localizadas cerca de las zonas
residenciales. Abren los siete días de la semana y operan con productos de
conveniencia dentro de una línea limitada con una amplia rotación.
Establecimiento
de descuento: Un establecimiento de descuento, trabaja con productos de calidad
media, aceptando bajos márgenes y mayores volúmenes de ventas. El uso de
descuentos ocasionales especiales no
convierte a un establecimiento en una tienda de descuento, la verdadera tienda
de descuento almacena existencia que vende a precios más bajos, ofrece generalmente
marcas de fabricante, no bienes o
producto de calidad inferior, entre oros tipos de establecimientos detallistas.
DISTRIBUCIÓN
SIN ESTABLECIMIENTO
Aunque la
inmensa mayoría de bienes y servicios se venden a través de establecimientos,
la venta y distribución sin ellos está experimentada en crecimiento, mucho más
rápido que la venta en establecimiento.
La venta
directa: Esta forma de venta es cara, se inicio hace siglos y sus vendedores
consiguen comisiones entre el 20 y el 50%
sobre el precio de venta.
La venta
automática: Esta forma de venta es a través de maquinas que funcionan mediante monedas, ha
experimentado su mayor desarrollo después de la segunda guerra mundial. Esta ha
sido utilizada para considerable variedad de productos, que incluye bienes de
compra impulsiva con un alto valor de conveniencia como: cigarrillos,
refrescos, chocolates, periódicos, bebidas calientes y otros productos
(cosméticos, discos, sopas calientes, películas fotográficas, etc.). La
distribución a través de maquinas ofrece a los clientes la ventaja de un
servicio de 24 horas al día, autoservicio y la prestación de unos productos no
manoseados.
El servicio de
venta: Se entiende por tal el realizado por un distribuidor que no posee establecimiento y proporciona
servicio a una determinada clientela, generalmente a los empleados de una gran
empresa u organización, tal como escuelas, hospitales, sindicatos e
instituciones publicas.
TIPOS DE
EMPRESAS DETALLISTAS
Aunque muchos
establecimientos detallistas pertenecen a propietarios independientes, una
cifra mayor está actuando de forma conjunta con otros distribuidores. Los cinco
tipos de distribución compartida son: las cadenas con sucursales, las cadenas
voluntarias y cooperativas de detallistas, las cooperativas de consumidores,
las franquicias y los conglomerados de
ventas.
La cadena de
establecimiento: Es una de las formas más importantes de distribución de este
siglo, está constituida por dos o más puntos de venta que centralizan sus
compras y venden líneas de productos similares. La cadena de sucursales aparece en todos los tipos de venta al por
menor, pero con mayor presencia en grandes almacenes, tiendas de variedad,
almacenes de alimentos, de zapatos y de ropa femenina.
Cadenas
voluntarias y cooperativas de detallistas: La creciente competencia de
las cadenas de sucursales ha hecho que los distribuidores independientes se asocien de dos formas
distintas. Una de ellas es la cadena voluntaria, que consiste en la asociación
de un grupo de comerciantes que conservan su independencia pero que actúan bajo
una determinada denominación y se
aprovechan de los precios derivados de
compras masivas y de un merchandising común.
Las otras formas
son las cooperativas de detallistas, que consisten en distribuidores
independientes que crean una organización central de compras y realizan
conjuntamente esfuerzos de promoción.
Cooperativas de
consumidores: Una
cooperativa de consumidores
es cualquier empresa distribuidora
poseída por sus mismos clientes.
Franquicia: Una
empresa de franquicia es una asociación contractual entre un franquiciador (un
fabricante, mayorista o empresa de servicio) y un franquiciado (persona de
negocio independiente que compra el derecho a poseer y a operar con una o más
unidades del sistema de franquicia).
Conglomerado de
forma de ventas: El conglomerado de forma de venta esta constituido por
empresas de forma libre que cambian varias líneas y formas de distribución minorista bajo propiedad central, con cierta
integración de sus funciones de distribución y de dirección.
La venta al por
mayor incluye todas las actividades que han de desempeñar en la venta de bienes
y servicios quienes las compran para revenderlas o utilizarlas en sus negocios.
Los mayoristas difieren de los minoristas en los siguientes aspectos:
§ Los primeros prestan menos
atención a la promoción, ambiente y localización, porque realizan el negocio
con clientes, en lugar de consumidores finales.
§ Las transacciones al por mayor
son generalmente de mayor importe que los intercambios al detalle y los
mayoristas cubren generalmente una mayor área comercial que los detallistas.
§ El gobierno trata a los
mayoristas y minoristas de forma diferente en relación con la naturaleza
jurídica e impositiva.
Las ventajas que caracterizan a los mayoristas
son:
§ Los pequeños fabricantes con recursos
financieros limitados no pueden afrontar el desarrollo de organizaciones de
venta directa.
§ Los fabricantes con
suficientes recursos podrían preferir utilizar los fondos para incrementar la
producción en lugar de llevar a cabo las actividades de venta al por mayor.
§ Los mayoristas serán
probablemente más eficientes en las ventas al por mayor debido a la dimensión
de sus operaciones, su mayor número de contacto con los clientes y sus conocimientos especializados.
§ Los detallistas que operan con
varias líneas de productos prefieren a menudo comprar su surtido a un mayorista
en lugar de comprarlo directamente a cada fabricante. Por ello detallistas y
fabricantes tienen motivos para operar a través de mayoristas.
Los mayoristas
se utilizan en las operaciones de distribución cuando resulten más eficaces en
el desarrollo de una o más de las siguientes funciones:
§ Ventas y promoción: Los
mayoristas constituyen una fuerza de venta que permite a los fabricantes
alcanzar muchos pequeños clientes a un coste relativamente bajo.
§ Compra y constitución del
surtido de productos: Los mayoristas son capaces de seleccionar
productos y de combinarlos para
adecuarlos a las necesidades de sus clientes.
§ Ahorros derivados de compras
masivas: Los mayoristas consiguen ahorros para sus clientes a través de
compras en grandes cantidades a granel
que después fragmentan en lotes más pequeños.
§ Almacenamiento: Los
mayoristas tienen existencia, lo cual supone una reducción de los costes de
inventario y riesgo para los proveedores
y clientes.
§ Transporte: Los
mayoristas proporcionan una entrega más rápida a los compradores, debido a que
están más cerca que los fabricantes.
§ Financiación: Los
mayoristas financian sus compras
mediante la conversión de créditos y a su vez financian a sus suministradores
a través de los pedidos y el pago de las facturas a su vencimiento.
§ Asunción de riesgo: Los mayoristas asumen
algunos riesgos puesto que soportan los costes de robo, daño, etc.
§ Información del mercado: Los
mayoristas proporcionan información a sus proveedores y clientes, relativa a
las actividades de los competidores, nuevos productos, precios, etc.
§ Servicio de gestión y
accesoria: Los mayoristas prestan a menudo apoyo a los detallistas para
que mejoren sus operaciones mediante el adiestramiento de sus fuerzas de venta,
ayudándoles en la ordenación y distribución de sus almacenes y escaparates,
estableciendo sistemas de contabilidad y de control de inventarios.
Una serie de
factores ha contribuido a la expansión del comercio mayorista, el crecimiento
de empresas localizadas a cierta distancia de los principales compradores, el
crecimiento de la producción que hace
sus compras bajo pedidos, un aumento del número de niveles de productores intermediarios y usuarios y la
necesidad creciente de adaptar los productos a las necesidades de los
intermediarios y usuarios finales, en términos de cantidades, envases y forma.
Los mayoristas
pueden clasificarse en los siguientes cuatro grupos: mayoristas generales,
comisionistas y agentes, sucursales de
fabricantes y detallistas, conjunto heterogéneo de mayoristas.
Mayoristas
generales: Consiste en negocios independientes que asumen el nombre de
la mercancía con los que operan. En diferentes tipos de actividades se
denominan distribuidores, comisionistas, etc. Este grupo puede ser
subclasificado a su vez en mayoristas de servicio completo y en mayoristas de
servicios limitados.
Mayorista de
servicio completo: Este tipo de distribuidores proporcionan servicios tales
como el almacenamiento, el mantenimiento de una fuerza de ventas, el
otorgamiento de créditos, etc. Incluye dos tipos de mayoristas; los mayoristas
generales y los distribuidores industriales. Los mayoristas generales son
distribuidores que venden principalmente a los detallistas y proporcionan un
conjunto completo de servicio. Los distribuidores industriales son mayoristas
generales que venden a fabricantes en lugar de hacerlo a los detallistas,
proporcionan servicio de almacenamiento, crédito y entrega.
Mayorista de
servicio limitado: Los mayoristas de servicio limitado ofrecen menos servicios
a sus suministradores y clientes.
Los
comisionistas agentes se diferencian de los mayoristas generales en dos
aspectos: no adquieren la propiedad de los bienes y realizan solamente unas
pocas funciones. Su principal función es la de facilitar la compra y venta, por
lo que reciben una comisión.
Agentes: Los
agentes representan compradores o vendedores sobre una base de carácter más
permanente.
Comisionistas:
Los comisionistas son agentes que adquieren físicamente los productos y
negocian las ventas.
Sucursales y
oficinas de fabricante y de distribución al detalle: Un tercer tipo importante
de venta al por mayor consiste en las operaciones llevadas a cabo por
vendedores o compradores por sí mismos, en lugar de mayoristas independientes.
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