jueves, 21 de marzo de 2013

Control de un SIG 4.3

Cambios organizacionales y su impacto en los empleados
 Los sistemas de información iniciaron su camino en las empresas en la década de los noventa con el fin de cerrar la brecha entre administradores, gerentes y ejecutivos y los ingenieros y técnicos en informática, de manera que el conocimiento de los segundos pueda facilitar y enriquecer el trabajo de los primeros.
La subutilización de la tecnología en las empresas públicas y privadas delata una ignorancia sobre el potencial de la informática. La resistencia la cambio, el temor que generan las nuevas tecnologías para aquellos que están poco familiarizados con ellas y un alto nivel de apatía son solo algunas de las causas para que la gran mayoría de los equipos que se poseen se usen apenas cono procesadores de texto.
Esta resistencia, hasta cierto punto natural, poco a poco se ha ido venciendo, sobre todo en las empresas privadas, pero sin embargo, el mundo de las computadoras sigue siendo todavía el dominio de una serie de técnicos bastante lejanos del común de los empleados. Esta separación entre los especialistas en informática y el resto de la empresa es una gran debilidad que se sustenta en la mala comunicación existente en ambos sectores. El uso de lenguajes técnicos que no se explican o comparten es solo otro aspecto del mismo problema.
Como parte de esta separación, a veces muy profunda, entre el personal de informática y el de los otros departamentos, se llega a creer que cualquier técnico en informática está capacitado para atender todos los problemas y no son pocas las historias en las que un digitador arruina todo un equipo por haber hecho labores que no le correspondía pero que todos suponían que podía realizar.
Por lo general los especialistas en informática tienen la capacidad de generar programas y conocen el papel primordial de la información. Personal de este tipo, ya sean ingenieros de sistemas o de informática, graduados de computación administrativa o similares, constituyen una fortaleza para las instituciones y sin embargo, muy pocas veces son incorporados a los equipos interdisciplinarios de trabajo.
Otro de los grandes problemas se presenta cuando los mandos medios también desconocen el uso y potencial de la informática y solicitan trabajos sin estar seguros exactamente de lo que necesitan. Se pide por ejemplo una base de datos pero no se dan las indicaciones específicas o, en casos más complejos, se contratan asesorías para que realicen trabajos que un buen sistema de información electrónica puede realizar. Se cae entonces en la duplicación de funciones y en el despilfarro del presupuesto.
Al hablar de tecnología informática se debe pensar en los equipos, los programas, los sistemas de información y comunicaciones de manera integrada, como una sola herramienta disponible y se debe buscar la manera en que ésta se vuelva realmente útil para el logro de los objetivos de la empresa.
La falta de instrumentos para medir los beneficios de un sistema de información estratégica ha provocado que no se puedan cuantificar los costos y las ganancias de forma que el uso de estos sistemas como herramienta pueda valorarse tanto en términos monetarios como de servicios finales. Cuando el gerente no sabe valorara el potencial de los sistemas de información, lo único que puede cuantificar es el gasto de un departamento y un montón de empleados que compran equipo nuevo dos veces por año.
El uso de los sistemas de informática debe ser parte de la labor gerencial facilitando la información, el seguimiento de los procesos y el planteamiento de nuevas estrategias en todos los campos. Se debe introducir la informática en la toma de decisiones (acción gerencia). Esto requiere una actitud positiva hacia la tecnología que implique cambiar, no solo los equipos sino la misma estructura de la organización, los procesos y los procedimientos.

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