Cambio organizacional
"La vida es
oscuridad cuando no hay impulso y todo impulso es ciego cuando no hay
conocimiento y todo saber es inútil cuando no hay trabajo y todo trabajo
es rutinario si no existe el cambio "
Cambio, según
indica el diccionario es " acción o efecto de cambiar ", que a su vez es
dar, tomarlo poner una cosa en otra, mudar, variar, alterar.
La palabra cambio se ha hecho familiar en las más diversas
organizaciones y se ha convertido en un protagonista del quehacer
empresarial. Hoy, el paradigma parece ser " quien no se adapte al cambio
morirá en el camino ".
Existe un
consenso de que el cambio es una realidad, que afecta fuertemente, de
hecho lo único sólido a lo cual es posible aferrarse, es a la certeza de
que cualquier cosa que pasa hoy, ya habrá cambiado al día siguiente.
El compromiso no
es descubrir una verdad que hasta ahora haya escapado a otros, si no
generar nuevas capacidades prácticas de acción.
El ambiente en
general que envuelve a las organizaciones esta en continuo movimiento y
es dinámico, exige una elevada capacidad de adaptación de supervivencia.
Deben enfrentarse a un entorno inestable, de cambio constante. Así,
pues, para sobrevivir y competir hay que adaptarse al cambio rápida y
eficazmente.
El cambio que se
realice, afectará en algún grado las relaciones de poder, estabilidad de
roles y satisfacción individual al interior de la organización.
La gente solo
busca el cambio cuando experimenta un quiebre, además de reconocer el
problema, se debe comprender suficientemente bien la intervención para
identificar y prever nuevos quiebres.
Aunque todos los
aspectos del cambio ganan al llevarlo a cabo en colaboración con los
involucrados, es necesario que exista una compresión compartida, dentro
de la organización, de que él quiebre que se puede producir en el ámbito
de conversación y comprensión afecte la productividad y calidad.
Creo firmemente
que este proceso puede desarrollarse conscientemente, aunque es muy
difícil anticipar los efectos de los cambios; es posible elegir con
claridad la dirección que lo facilite.
Un proceso bien
conducido de cambio implica lograr una transformación personal, que hace
que el hombre este más alerta, más flexible y por eso muchas veces
tiene que iniciar un análisis de revisión interior y de
autoconocimiento.
En este cambio,
como proceso de aprendizaje permanente, deben involucrarse la alta
gerencia de la organización y también todos sus trabajadores. Los
cambios fundamentales no son materia de decreto y tal vez hoy se nos
presenta la oportunidad de utilizar estos turbulentos tiempos para que
nuestros valores y principios que representan nuestros " equilibrios"
tengan un lugar en la persona y en la empresa.
Es bueno estar
alerta, y aunque no es posible detener el vertiginoso ritmo del cambio,
al menos debemos estar conscientes del equilibrio inestable en que se
transforma constantemente, siendo imprescindible detenerse cuantas veces
sea necesario para escuchar, para tratar de entender, reenfocando los
objetivos, logros y metas hacia una dirección común. No olvidemos
nuestra coexistencia con la organización, de no ser así, tal vez el
cambio supere nuestra capacidad de respuesta.
Un aspecto
importante a considerar es la tendencia natural de las personas de
resistirse al cambio. Hay que crear y desarrollar una actitud y
mentalidad abierta a los cambios, una cultura, que permita acoger las
buenas iniciativas, así como desechar las malas.
Los cambios
organizacionales no deben dejarse al azar, ni a la inercia de la
costumbre, menos a la improvisación, deben planificarse adecuadamente.
Para concluir,
podemos decir que el proceso de cambio juega un papel importante en las
organizaciones. La estrategia de progreso consiste en ejercer un dominio
sobre el cambio.
Aparece el
concepto Desarrollo Organizacional, que se preocupa de conocer y
sistematizar las conductas de las personas para afrontar y dirigir en
mejor forma los cambios y vencer la resistencia que provoca en las
personas y en los grupos coexistentes. Es evidente y claro el aporte
mutuo, trabajador y empresa, ambos responsables, comprometidos y
verdaderos agentes de cambio que permitirán una efectiva y renovada
gestión en la organización.
Mi propuesta se
centra en esto ultimo, un cambio organizacional, sostenido en claros
principios de igualdad, interés reciproco, participativo y un compromiso
recompensado, nos asegurará una gestión de calidad, con alto grado de
productividad, finalmente un trabajo seguro.
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