martes, 21 de febrero de 2012

Paradigmas 3.8

Cambio de Paradigmas
El epistemólogo e historiador de la ciencia Thomas Kuhn llamó a un cambio de paradigma epistemológico una revolución científica en su libro La estructura de las revoluciones científicas.
Una revolución científica se produce, de acuerdo a Kuhn, cuando los científicos encuentran anomalías que no pueden ser explicadas por el paradigma universalmente aceptado dentro del cual ha progresado la ciencia hasta ese momento. El paradigma no es simplemente la teoría vigente, sino toda la cosmovisión dentro de la que existe, y todas las implicaciones que conlleva. Hay anomalías en todos los paradigmas, mantiene Kuhn, que se descartan como niveles de error aceptables, o simplemente se ignoran y no se les tiene en cuenta (un argumento principal que Kuhn usa para rechazar el modelo de Karl Popper de la falsabilidad como la fuerza clave que intervienen en el cambio científico). Más bien las anomalías tienen varios niveles de significado para los practicantes de la ciencia en ese momento. Para ponerlo en el contexto de la física de principios del siglo XX, algunos científicos encontraron los problemas del cálculo del perihelio de Mercurio más preocupantes que los resultados del experimento de Michelson-Morley, y otros al revés. El modelo de Kuhn del cambio científico es diferente aquí, y en muchos lugares, del de los positivistas lógicos, ya que pone un mayor énfasis en los humanos individuales involucrados como científicos, en lugar de abstraer la ciencia a una empresa puramente lógica o filosófica.
Cuando suficientes anomalías significativas se han acumulado en contra de un paradigma vigente, la disciplina científica cae en un estado de crisis. Durante esta crisis se intentan nuevas ideas, tal vez las mismas que antes se descartaron. Finalmente, se forma un nuevo paradigma, que gana sus propios seguidores, y ocurre una batalla intelectual entre los seguidores del nuevo paradigma y los que resisten con el viejo paradigma. Una vez más, a principios de la física del siglo XX, la transición entre la visión electromagnética del mundo de Maxwell y la visión relativista del mundo de Einstein no fue ni instantánea ni tranquila, en vez de eso hubo una serie prolongada de ataques, tanto con datos empíricos como con argumentos retóricos o filosóficos, por ambos lados, siendo la teoría de Einstein ganadora a largo plazo. La valoración de las pruebas y la importancia de los nuevos datos se ajustan a través del tamiz humano: algunos científicos encontraron la simplicidad de las ecuaciones de Einstein más convincente, mientras otros las encontraron más complicada que el concepto de éter de Maxwell, que éstas descartaban. Algunos encontraron las fotografías de Eddington con la luz curvada por el campo gravitatorio solar convincente, otros cuestionaron su precisión y significado. A veces la fuerza convincente es el propio tiempo y el costo humano que conlleva, decía Kuhn citando a Max Planck: «Una nueva verdad científica no triunfa convenciendo a sus oponentes y haciéndoles ver la luz, sino más bien porque sus oponentes eventualmente mueren y crece una nueva generación que está familiarizada con ella».
Cuando una determinada disciplina ha pasado de un paradigma a otro, esto se denomina, en terminología de Kuhn, una revolución científica o un cambio de paradigma. A menudo es la conclusión final, resultado de este largo proceso, lo que se entiende por cambio de paradigma cuando se usa el término coloquialmente; simplemente el cambio (a menudo radical) de la visión del mundo, sin hacer referencia a las especificidades del argumento histórico de Kuhn.
Ciencia y cambio de paradigma
Una mala interpretación común de los paradigmas es la creencia de que el descubrimiento de los cambios de paradigma y la naturaleza dinámica de la ciencia (con sus muchas oportunidades de juicios subjetivos por parte de los científicos) es un caso de relativismo, la idea de que todo tipo de sistemas de creencias son iguales. Kuhn niega vehementemente esta interpretación y afirma que cuando un paradigma científico se sustituye por uno nuevo, aunque a través de un proceso social complejo, el nuevo es siempre mejor, no sólo diferente.
Sin embargo estas reivindicaciones de relativismo están vinculadas a otra afirmación que Kuhn en cierto modo hace, que el lenguaje y las teorías de los diferentes paradigmas no se pueden traducir de uno a otro o que no pueden ser evaluados racionalmente entre sí; es decir, que son inconmensurables. Esto dio lugar a mucha discusión sobre las visiones del mundo o esquemas conceptuales radicalmente diferentes de pueblos y culturas distintos; sobre si unos eran mejores o no, sobre si podían o no entenderse entre ellos. Sin embargo, el filósofo Donald Davidson publicó un ensayo de gran prestigio en 1974, On the Very Idea of a Conceptual Scheme, argumentando que la idea de que los lenguages o teorías puede ser inconmensurables entre sí, era incoherente. Si esto es correcto, la afirmacíon de Kuhn debe ser tomada en un sentido más débil de lo que a menudo es.
Filósofos e historiadores de la ciencia, incluyendo el propio Kuhn, en última instancia aceptaron una versión modificada del modelo de Kuhn, que sintetiza su punto de vista original con el modelo gradualista que lo precedió. El modelo original de Kuhn se considera ahora generalmente como demasiado limitado.

Autor: Dra Belys Rojas

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