miércoles, 15 de febrero de 2012

Liderazgo 2.5

Liderazgo Carismático y Transformacional

La voz griega charisma significa "don abundante concedido por Dios a una criatura". Como en el caso del término liderazgo, los investigadores que estudian el liderazgo político, los movimientos sociales y los cultos religiosos han definido el vocablo carisma desde distintas perspectivas organizacionales. No obstante, hay la suficiente congruencia entre estas definiciones como para crear un tema unificador. En esta sección estudiaremos el primer concepto del liderazgo carismático propuesto por Max Weber y su influencia en las teorías posteriores, las características del liderazgo carismático, los aspectos positivos y negativos del carisma y, por último, las repercusiones del liderazgo carismático en el éxito de las organizaciones.
Características de los Líderes Carismáticos
Cómo se Adquieren las Cualidades Carismáticas
Carisma: un arma de doble filo
Un método para diferenciar entre carisma positivo y negativo consiste en percibir los valores y la personalidad del líder. La pregunta clave para determinar de qué tipo de carisma se trata en si los líderes se orientan principalmente a sus propias necesidades o a las de los seguidores y la organización. Algunos investigadores reconocen que todos los líderes carismáticos buscan deliberadamente no sólo generar un compromiso con sus objetivos ideológicos, consciente o inconscientemente, sino incluso la devoción y dependencia de sus seguidores. Los líderes con carisma negativo ponen énfasis en la devoción por ellos mismos antes que por los ideales; sus decisiones a menudo van orientados a obtener provecho personal; y los logros del grupo los emplean para glorificarse a sí mismos. Esta clase de líderes destaca la identificación personal más que la interiorización. La primera se centra en el líder, en tanto que la segunda en el seguidor. Las exhortaciones de tipo ideológico son sólo una estratagema para conseguir poder, luego de lo cual soslayan dicha ideología o la modifican de manera arbitraria en beneficio de sus propios intereses. En comparación, los líderes con carisma positivo buscan infundir devoción por la ideología más que por su persona. Ponen énfasis en la interiorización en lugar de en la identificación personal, por lo que, los resultados de su liderazgo suelen ser benéficos para los seguidores y la sociedad.
Los planteamientos y hallazgos de algunos académicos que han investigado el liderazgo, concuerdan con esta noción de carisma positivo y negativo, y proponen que los líderes con carisma negativo muestran una orientación al poder personalizado, mientras que los positivos, al socializado (veáse el Cap. 2). El liderazgo carismático personalizado persigue objetivos impulsados por el líder y promueve, entre los seguidores, obediencia, dependencia y sumisión. El liderazgo carismático socializado persigue objetivos impulsados por la organización y promueve la delegación, el crecimiento personal y la participación igualitaria de los seguidores. En el primer caso, se emplea un sistema de recompensas y castigos para manipular y controlar a los seguidores; se restringe el acceso a la información y se utiliza para preservar la imagen de infalibilidad del líder o para exagerar respecto a las amenazas externas para la organización. En el segundo caso, se recurre a las recompensas para reforzar comportamientos acordes con la visión y misión de la empresa.
Evaluación y Efectos del Liderazgo Carismático en el Éxito de las Organizaciones
Es evidente, de acuerdo con el análisis hecho en esta sección, que la teoría sobre el carisma nos ha ayudado a comprender la influencia excepcional que ejercen algunos líderes en sus seguidores –desde una óptica no suficientemente revelada por las teorías del liderazgo existentes-. La teoría sobre el carisma destacó la importancia de los sentimientos y reacciones emocionales de los seguidores hacia los líderes; los primeros planteamientos teóricos pusieron el acento en los aspectos cuantitativos y racionales de las relaciones entre líder y seguidor. Los procesos racionales y predictivos no siempre los explican el vínculo entre líderes carismáticos y seguidores, sino los procesos colectivos y sociales, como lo reconocieron algunas delas teorías sobre el carisma (por ejemplo, las de las atribuciones, de autoconcepto y del contagio social). Independientemente de los logros mensurables de los líderes, quizá sus seguidores no los consideren carismáticos. En última instancia, son las evaluaciones subjetivas de éstos en relación con el afecto, el cariño, la confianza y el respeto por su líder las que determinan su condición de carismático o no carismático. Por tanto, es cierto el comentario de que "el carisma depende del cristal con que se mire". Además, si bien las primeras teorías consideraban el liderazgo como una actividad de influencia directa entre líder y seguidor (relación diádica), las teorías sobre el carisma ofrecen una explicación de la capacidad de los líderes para influir en la gente de manera directa, sin que medie una interacción frente a frente (teorías de la identificación social y del contagio social).
Pese a las aportaciones de las teorías del carisma al campo de liderazgo, el carisma tiene sus limitaciones. Las teorías del liderazgo carismático destacan el papel de un líder individual que toma la iniciativa de crear y articular una visión para los seguidores. Sin embargo, en una organización que enfrenta grandes desafíos o conflictos internos graves, debido a los valores, aspiraciones e ideales encontrados, es más probable que la transformación provenga de procesos de liderazgo compartidos que de un enfoque estrictamente individual. Casi todas las investigaciones descriptivas sobre os líderes efectivos proponen que el carisma , en su forma individualizada, no tiene que lograr por fuerza cambios importantes en una organización y mejorar su desempeño. Por lo regular el cambio organizacional positivo es resultado del liderazgo transformacional de individuos que no se perciben como carismáticos. En consecuencia, las teorías sobre el carisma que destacan el liderazgo "de estrella solitaria" ejercido por individuos extraordinarios describen mejor a un emprendedor visionario que establece una nueva organización. Como ejemplo se señala a Richard Branson, del Virgin Group; Stephen Case, de America Online; Jeff Bezos, de Amazon.com, y al excepcional admistrador Al Dunlap, de Sunbeam Corporation. Todos estos líderes rescataron una organización próxima al colapso. No obstante, el liderazgo "de estrella solitaria" no es una panacea para los problemas de toda organización.
Liderazgo Transformacional
El liderazgo transformacional se centra en los logros de los líderes, más que en sus características personales y las reacciones de los seguidores. Mientras las organizaciones sigan enfrentando desafíos globales, mayor será la necesidad de líderes que trabajen y pongan en marcha con acierto estrategias audaces para transformar o alinear la organización con el nivel de turbulencia ambiental. Examinaremos ahora las semejanzas y diferencias entre el liderazgo carismático, transaccional y transformacional; el proceso de transformación, y los atributos de los líderes transformacionales.
Comparación entre Liderazgo Transformacional y Transaccional
El liderazgo transformacional se entiende mejor cuando se compara con el liderazgo transaccional. Ambas modalidades son únicas, pero no son procesos mutuamente excluyentes. Un mismo líder puede recurrir a ambas en distintos momentos y en diferente situaciones. En esta nueva visión de la organización se vincula estrechamente con los valores de líderes y seguidores y no con beneficios tangibles. El liderazgo transaccional busca mantener la estabilidad en lugar de promover el cambio en una organización, mediante intercambios económicos y sociales regulares con los que se consiguen objetivos específicos tanto para los líderes como para los seguidores.
La mayoría concuerda en que el carisma es un arma de doble filos capaz de producir resultados positivos y negativos. Es posible que luego de leer sobre magnetismo personal, visión de futuro, la confianza en sí mismo, grandes habilidades de comunicación y el estilo de delegativo de los líderes carismáticos se llegue a la conclusión de que ésos son los mejores líderes y que los demás debieran emularlos. Con todo, resulta importante no olvidar que no todos los líderes carismáticos son por fuerza buenos guías. Los hay como Gandhi, Martín Luther King, John F. Kennedy y Winston Churichill, que erradiaban un enorme carisma, pero también lo tenían líderes como Charles Manson, David Koresh, Adolfo Hitler y el reverendo Jim Jones, del Templo de la Gente. El carisma, pues, es un arma de dos filos y no siempre se utiliza en beneficio de los demás. En virtud de los beneficios potenciales del liderazgo carismático, es razonable preguntarse si pueden cultivarse y mejorarse algunos de los rasgos las características y los comportamientos de la gente con carisma. Muchos estudios han identificado las características que diferencian a los líderes carismáticos de os que no lo son, y han descrito los comportamientos que coadyuvan a que los líderes carismáticos logren resultados notables. Se cree que estos comportamientos no se observan en el mismo grado en cada líder. Los teóricos de las atribuciones lo han señalado, por tanto, como características distintivas de los líderes carismáticos. Muchas de estas características se aplican también a los líderes transformacionales, pues el carisma es un componente clave del liderazgo transformacional.


Aporte: Dr.  Eustiquio Aponte

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